Por: Ramón Cabrera
Amigos:
El día de hoy quiero comentar con ustedes sobre las posturas tanto de Meade como de López Obrador, respecto de un tema de suma trascendencia: el Estado de Derecho.
Desde octubre pasado, Meade ubicó al Estado de Derecho como la gran prioridad del país; entonces señaló que, sin desconocer la existencia de problemas en otros ámbitos como pobreza, corrupción, falta de productividad, inseguridad, entre otros, ninguno de éstos podrían ser resueltos sin solucionar primero el tema del Estado de Derecho. Esta postura, de alguna manera la ratificó en su discurso del pasado sábado, cuando refirió que “Ni un sólo paso al margen de la ley. Ningún privilegio más que el de ser mexicano”.
Centrar al Estado de Derecho como el tema de temas, hace que Meade sea consecuente con su formación profesional de Abogado, no obstante que se le conozca más su faceta de Economista.
Por su parte, el mismo sábado, López Obrador dijo en Guerrero, en relación con el combate al narcotráfico y al crimen organizado, que: “Si es necesario vamos a convocar a un diálogo para que se otorgue amnistía siempre y cuando se cuente con el apoyo de las víctimas; y no descartamos el perdón…”.
Este discurso es consecuente con la historia y el perfil político de su autor.
Así las cosas, estas dos posiciones desnudan las visiones contrarias entre un aspirante y otro. Mientras Meade propone someter los hechos al Derecho; López Obrador pretende someter el Derecho a las decisiones políticas. En este contexto, tendríamos que:
Aquí, el tema es qué formula es mejor, si la de fortalecer al Estado de Derecho y ver qué ocurre o la ya muy conocida por todos, de transar con la Ley, cuyos resultados en materia de corrupción, impunidad e injusticia estamos padeciendo.
Como pueden ver, el Estado de Derecho es una primer gran diferencia entre los aspirantes, ahora, nos toca a nosotros debatirla; por lo que los invito a que me sigan en mi twitter @ramon_cabrera y juntos “comentemos lo que nos gusta y disgusta”
