El cuerpo del estudiante fue localizado en una fosa común hace dos meses; llevaba desaparecido más de un año.
Violeta García Rojas
Iván Conde Vargas, estudiante de psicología desapareció el 4 de junio de 2017, y pese a que sus padres Susana Vargas y Eleazar Conde Torres, lo buscaron por todo el país; el 7 de junio de 2018, lo ubicaron al identificarlo en las fotografías que la Fiscalía General del Estado les mostró, después de un año, de su desaparición.
Acusaron opacidad por parte de la Fiscalía, porque el cuerpo de su hijo fue ubicado el 7 de junio de 2017, y nunca les notificaron, hasta un año después cuando lo encontraron en las fotografías.
La última vez que el joven fue visto con vida fue el 4 de junio de 2017, cuando salió de su domicilio en la colonia San Mateo de Regil, en Puebla, para trasladarse a su centro de trabajo en una Liberia católica.
Han pasado ya dos meses de que lo ubicaron en la fosa común de Izúcar de Matamoros, y no han podido recuperar sus restos, y desconocen las causas de su fallecimiento, pese a que, afirmó la familia, que la fiscalía presume que tiene un laboratorio con una alta tecnología para realizar pruebas de ADN, que han sido comparadas con las de sus padres, y aún no están los resultados.
Susana Vargas, madre del joven estudiante de psicología, exigió a las autoridades, acelerar los trámites y las investigaciones para saber qué fue lo que le pasó a su hijo, de 23 años de edad, quien era originario de Morelos, y radicaba en Puebla por estudios.
[También entérate: La FGE recibe recomendaciones del Comité de Desapariciones Forzadas de la ONU ]
Por último, acusaron que la Fiscalía General del Estado de Puebla, no ha iniciado ninguna investigación de las circunstancias en las que falleció el joven Iván Conde.