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Así lo consideró el activista Carlos Figueroa.
Arturo Cravioto
El Operativo Palmarito, por la forma en que actuó el Ejército, fuerzas de seguridad, incluso con posibles casos de ejecuciones, tiene los tintes ocurridos en el Nochixtlán, Oaxaca, consideró el activista Carlos Figueroa.
Al condenar lo sucedido la noche del 3 de mayo en Palmarito Tochapan, así como las escenas que presenta el video de una cámara de seguridad, donde al parecer, un militar le da el tiro de gracia a un presunto huachicolero, el activista sentenció que, como en el caso del narcotráfico, declararle la guerra al robo de combustible, no va a solucionar el fenómeno.
Sobre el operativo y la ejecución, señaló Figueroa, “Es un abuso que también se observó en Nochixtlán, en Oaxaca, cuando entró el Ejército a romper un bloqueo carretero, sin cumplir con los protocolos para atender la solución de conflictos que deben atender los cuerpos de seguridad; es muy probable que hayamos presenciado una situación similar, pero también hay que observar que toda la proliferación del crimen se da en el contexto de un área rural, totalmente depauperada por las políticas oficiales, en las cuales la derrama de dinero de los criminales sea bien recibida por la población ante la ausencia de una oferta estatal para resolver sus problemas sociales”.
Finalmente, Carlos Figueroa recordó que el robo de gasolinas de los ductos de PEMEX, con la colusión de autoridades de seguridad, se dejó crecer hasta en un 3 mil por ciento durante el sexenio de Rafael Moreno Valle, por lo que, el también secretario de Derechos Humanos de MORENA, sentenció que solo se solucionará el problema con un plan integral que atienda la pobreza y el olvido en que las autoridades han dejado a la actividad agraria en la región.
