Tulancingo de Bravo, Hidalgo.- El clima templado que se han registrado durante la primera quincena de enero son atípicas, aunque no es la primera vez que se registran temperaturas arriba de los 22 grados centígrados al inicio del año.
Ábner Yáñez, vocero de la corporación municipal de Protección Civil de Tulancingo, recordó que en los años 2009 y 2010 se registró clima templado durante el primer mes del año, algunos días incluso con temperaturas que rondaban los 25 grados centígrados.
Se considera como clima atípico, pues regularmente durante enero las temperaturas ambientales son incluso más bajas que en el mes de diciembre, cuando inicia la temporada de invierno.
Yáñez señaló que aún en la segunda mitad de enero de este año se pueden presentar bajas en el Valle de Tulancingo, así como en el resto del estado de Hidalgo.
Señaló que este fin de semana se espera que baje la temperatura ambiental por lo menos hasta los 5 grados centígrados, además del registro de lluvias en varios puntos de la región.
Lo anterior derivado del ingreso del Frente Frío 28, que estará presente en la región centro del país, ingresando por el noreste del mismo a partir de este viernes 19 de enero.
Para la temporada invernal 2023 – 2024, que se extiende desde noviembre del año pasado hasta marzo del presente, se espera que en total se registren 56 frentes fríos en la República Mexicana.
El gobierno municipal de Tulancingo, junto con el sistema DIF local, tienen habilitados dos albergues temporales para resguardar a las personas que requieran usarlos en caso de que el frío recrudezca.
Dichos albergues fueron habilitados en el Ceavif, ubicado a un costado del parque de El Caracol, así como en el centro de capacitación del organismo asistencial, a partir de que Tulancingo es considerado como municipio en alerta máxima por bajas temperaturas ambientales.
La alerta fue emitida a mediados de diciembre del 2023 por el gobierno del estado de Hidalgo, con un total de 29 municipios.
Hasta el momento no se ha registrado ingreso de persona alguna a dichos albergues.
Por Daniel Martínez Martínez
