La costumbre viene de San Antonio Abad, quien vendió todos sus bienes y se fue a vivir al desierto solo con sus animales domésticos.
Diana López Silva
Perros, conejos, cuyos y loros, son los animales que más lleva la gente a bendecir este Día de San Antonio.
En la parroquia de San Antonio de Padua, en el barrio de San Antonio, las familias llegaron desde las ocho de la mañana acompañadas de sus mascotas para recibir la bendición.
El padre Alejandro Cabrera, de la Congregación del Oratorio de San Felipe Neri, explicó que la costumbre de bendecir a los animales viene de la historia de San Antonio Abad, quien un día vendió todos sus bienes y se fue a vivir al desierto, donde su única compañía eran sus animales domésticos; sin embargo, a través de los años lenh tocado ver animales más exóticos.
“Lo más común son perros y gatos, pero hay gente que hasta suena extraño que tienen de mascotas a las serpientes a las tarántulas, pueden traer ratones, sapos y hasta lagartijas”.
Al señor Ángel Hernández le faltan manos para llevar a todas sus mascotas, pues llegó con su familia, pero aún así tuvo que hacer dos viajes a la parroquia.
“Traemos seis gatos y un cuyo, no caben todos, entonces los traemos por partes (…) Todos conviven en la misma casa y tenemos tres perros, nada más que como no podían venir ahorita, los vamos traer más tarde”.
Juan Manuel Rosas es veterinario y como reza el dicho “cargó hasta con la jaula del perico”, que en esta ocasión se trató de dos loros de corona azul, junto con perros y conejos.
“Hoy traemos siete, cuatro perros, un conejo y dos loros, cada año los traemos a que les den su bendición, para que se mantengan saludables”.
El ambiente es tan festivo e informal, que no faltaron las bromas pesadas hasta con el Padre, mientras él posaba con un loro para las cámaras.