Valle de Tulancingo, Hidalgo.- La Comisión Nacional del Agua (Conagua), no ha dado seguimiento al proyecto presentado por el Ejido El Paraíso para el aprovechamiento de las instalaciones de la presa La Esperanza, en cuanto a surtido de agua para uso agrícola e incluso para consumo humano.
Ricardo Hernández Pérez, integrante del Ejido El Paraíso, así como de la Unidad de Riego Pozo 2, también en El Paraíso, señaló que hace unos tres años, le fue presentado el proyecto a la instancia federal, que implica el desazolve del vaso hídrico, para lo que se requiere inversión de unos 200 millones de pesos.
La presa cuenta con capacidad de almacenamiento de hasta cuatro millones de metros cúbicos de agua, mientras que el núcleo ejidal tiene un título de concesión para uso agrícola de hasta 2.5 millones de metros cúbicos.
Por ello, se podría contar con un excedente de hasta 1.5 millones de metros cúbicos de agua, que podrían ser usados para consumo humano.
Hernández Pérez lamentó que el proyecto no le interese hasta el momento a la Conagua, pues no ha existido seguimiento alguno al tema.
“Una de las peticiones principales de la población es agua, y no se está tomando en cuenta el proyecto que presentamos”.
De acuerdo a datos de instancias de los tres órdenes de gobierno en materia hídrica, el acuífero del Valle de Tulancingo tiene una sobrexplotación de aproximadamente un 30 por ciento de los mantos freáticos, lo que acelera el agotamiento de agua del subsuelo.
El entrevistado señaló que en promedio, se perfora a una profundidad de cien metros para obtener agua para consumo humano, pero debido a la sobrexplotación del acuífero de esta región, ya se está perforando a una profundidad de por lo menos 200 metros, “e incluso más”.
“Se está acabando el agua, está muy explotado el acuífero, y el proyecto para el uso de la presa La Esperanza es viable”, señaló, al tiempo de recordar que además de contar con agua para uso agrícola, se le podría surtir agua a colonias de la zona alta de Tulancingo, así como del municipio de Cuautepec, con el que se tiene vecindad inmediata.
Por Daniel Martínez Martínez