Mtra. Vanessa Meléndez Valles
@vallesvanessa
Las vacaciones llegaron a su fin para los estudiantes de nivel básico que el próximo lunes 29 de agosto regresan a las aulas para ser recibidos por sus maestros y dar inicio al nuevo ciclo escolar. Así los titulares de cada grado tendrán en sus manos el desempeño académico de los niños; pero algo será diferente, y no serán precisamente las clases presenciales, si no la nueva Secretaria de Educación que hace un par de semanas asumió el reto y el timón de la institución educativa más importante de nuestro país.
La profesora Leticia Ramírez Anaya, fue recientemente nombrada, quien por cierto hasta el momento se ha mostrado calladita y sin llamar la atención. Sin embargo, no fue sino hasta el día de ayer que nuevamente se le vio acompañada de Delfina Gómez durante la (Quincuagésima quinta) LV Reunión Nacional Plenaria Ordinaria del Consejo Nacional de Autoridades Educativas donde Gómez mostró el apoyo a la nueva Secretaria y defendió el nuevo programa educativo, el que por cierto ya está vigente (aunque todavía no se diseñan los contenidos específicos para los alumnos de tercero a sexto grado de primaria).
Es como si un estudiante pidiera tener el diez sin tener el trabajo completo. En fin, en dicho foro la maestra Delfina dijo que era injusta la campaña de desinformación respecto a los planes y programas de estudio.
Lo cierto es que, no precisamente se esté en contra de los planes de estudio que se han impuesto, estamos en contra de los resultados hoy obtenidos en materia de educación que de por sí ya dejaban mucho que desear, luego de la pandemia se agudizaron mucho más. Pensemos en esos estudiantes que ingresaron en primero de secundaria y que no tuvieron la manera o forma de darle continuidad a sus estudios por que tuvieron que salir a trabajar “de lo que fuera” con la finalidad de dar apoyo económico a su familia… dos años después es muy probable que no hayan regresado a concluir sus estudios de secundaria o preparatoria.
¿Por qué los hijos de los políticos no estudian en escuelas de gobierno? Es más el mismo Andrés Manuel López Obrador no mandó a sus hijos a las escuelas públicas. La respuesta usted la sabe. Porque se imparte un programa educativo pobre, escuálido y aburrido. No diré que todos, pero la mayoría de los maestros sólo acude a medio impartir sus clases, porque se sale a mitad de estas para una “junta con el director”, o se sale temprano a citas médicas o simplemente utiliza el beneficio de los días económicos para no presentarse a clases. Y sí lo cuento así, por que como madre de familia lo viví, cuando en el ciclo escolar pasado mi hijo cursó el primer grado de primaria en la escuela Emiliano Zapata (CCT): 15EPR4965Z y su maestra Erika Concepción Saavedra tuvo un desempeño mediocre en su trabajo como profesora.
La educación en las escuelas públicas no están a la altura de lo que requiere nuestra niñez, en dónde los estudiantes necesitan ser bilingües, desarrollar su imaginación y creatividad, manejar las nuevas herramientas tecnológicas, ampliar las habilidades de la comunicación, saber emprender, conocer diferentes culturas, fomentar el deporte, la lectura, hasta cosas sencillas como el fomento del ahorro, entre otras cosas.
Luego entonces existen las razones suficientes para criticar la implementación de un programa educativo que está a medias y que además se ha elegido a una persona para asumir el cargo donde es más que evidente que existen mejores candidatos para asumir tal responsabilidad, pero eso lo abordaremos en otra ocasión.
