Tulancingo de Bravo, Hidalgo.- Por su costo y accesibilidad, es el cristal la principal droga que es consumida en municipios de la región, de acuerdo a cifras del Centro de Atención Integral a las Adicciones (Caia), iniciando su consumo algunas personas incluso desde los doce años de edad.
El dato fue ofrecido por Juan Alfonso Espino Canales, responsable del espacio que opera en la colonia Napateco, señalando que el promedio de edades en el consumo de cristal está entre los 13 a los 17 años de edad, con algunos casos de menores de dicha tendencia.
El especialista en sicología señaló que también existen casos de adultos que se han atendido en dicho espacio, señalando que las consecuencias por consumo de cristal son incluso devastadoras física y sicológicamente.
Existe preocupación debido que el consumo de cristal está siendo creciente, no sólo en sectores populares de la región, sino en otros espacios sociales.
A inicios del pasado mes de julio, el titular de la Secretaría de Salud en Hidalgo, Marco Antonio Escamilla Acosta, señaló que es el bajo costo del cristal, en comparación con otras drogas, parte de lo que ha permitido su popularidad.
“De por sí las consecuencias en el consumo de cristal son terribles”, señalando el funcionario que por el bajo costo que tiene la droga hace sospechar qué tan confiable es el tema de que realmente sea lo que se ofrece.
Por su parte, el director de Seguridad Pública de Tulancingo, Israel Cabrera San Agustín, señala que a la semana atienden por lo menos 40 casos relacionados con el consumo de cristal.
Agregó que esta droga sintética ha desplazado a la marihuana y la cocaína, precisamente por su bajo costo y fácil acceso.
Espino Canales pidió a los familiares y amigos que estén al pendiente de las conductas, sobre todo de los jóvenes, para ser atendidos de forma pronta, para lo que el Caia está disponible.
Con 14 años de servicio, el Caia, ubicado en la zona de Napateco, ha atendido a mil 450 personas por alguna adicción, con índice de casos terminados del 35 por ciento, es decir, una de cada tres personas atendidas tienen recuperación total.
El entrevistado solicitó a la población, en caso de ser necesario, hacer uso de este espacio, y desconfiar de quienes prometen soluciones prontas a un tema de salud que requiere atención específica y cuidadosa.
Por Daniel Martínez Martínez