Valle de Tulancingo, Hidalgo.- Quienes se dedican al robo de hidrocarburo, así como su comercialización y traslado, han decidido realizar esta última acción, usando bolsas de plástico comunes, para realizar su traslado, sin importarles el riesgo que implica.
La revelación fue realizada por Miguel Espejel Huerta, delegado de la Policía Estatal para la región Tulancingo, señalando que han encontrado vehículos automotores, en donde se transportan entre 800 a mil litros de hidrocarburo presuntamente robado en ductos de Petróleos Mexicanos, en bolsas comunes de plástico, de 20 litros cada una.
Hasta el momento, son seis casos los detectados, siendo detenidos los responsables, al no poder acreditar la adquisición legal del hidrocarburo, que en principio resulta sospechoso, por el peligroso método de transportación que se utiliza.
El mando señaló que a los huachicoleros deciden realizar el traslado, ahora en bolsas, para poder tener más espacio en sus vehículos, y con ello, poder transportar más gasolina que habría sido sustraída ilegalmente de ductos, sobre todo ubicados en el municipio de Cuautepec.
“Al final de cuentas, a la persona que se dedica al robo de hidrocarburos, no le importa el riesgo, no mide el riesgo (sobre la forma de transportar la gasolina)”, refirió.
Al referirles sobre el hallazgo, los conductores de los vehículos que han sido intervenidos, incluso tratan de negar su responsabilidad en el trasiego del hidrocarburo, y por supuesto, en el peligroso método utilizado, al parecer, ya de forma recurrente.
En todos los casos, como ha ocurrido previamente, los vehículos involucrados, así como el hidrocarburo, son asegurados, y entregados a autoridades federales, así como a los detenidos.
Dichas detenciones se han realizado sobre todo en tramos carreteros ubicados en los municipios de Cuautepec y Tulancingo, tanto en rutas ya identificadas, sobre todo en veredas, como en espacios con vialidades formales.
En uno de los casos más recientes, estuvieron implicados tres vehículos que venían en caravana desde la Ciudad de México.
Por Daniel Martínez Martínez
