Tulancingo de Bravo, Hidalgo.- La Arquidiócesis de Tulancingo prepara documentación y recursos legales para solicitar al gobernador Omar Fayad Meneses que vete la aprobación de la Interrupción Legal del Embarazo (ILE), realizada por el Congreso del Estado de Hidalgo, este pasado miércoles 30 de junio.
En rueda de prensa por medio de plataforma digital, el Arzobispo Domingo Díaz Martínez confirmó que un equipo legal ya está preparando todos los alegatos para presentarlos al Ejecutivo estatal, junto con los titulares de los obispados de Huejutla y Tula.
Previamente se leyó la postura oficial de la Iglesia Católica en el estado de Hidalgo, donde se reprocha a los legisladores en el Congreso del estado de Hidalgo que hayan votado a favor de las modificaciones realizadas a diversos artículos del Código Penal estatal, así como la Ley de Salud local para concretar la ILE.
“Consideramos que, aunque los legisladores de nuestro estado han recibido en su investidura la legítima representación de las necesidades de la ciudadanía, una alta responsabilidad ética y democrática les exige escuchar el verdadero clamor de la población que pide se atiendan necesidades más urgentes. Y una ley que legalice el aborto no es una petición de los hidalguenses”.
En caso de que la petición de veto no prospere, Díaz Martínez señaló que están preparando otras estrategias legales que estarán a cargo del mismo equipo legal citado.
Puntualizó que será en su momento cuando se ofrezcan detalles, dependiendo de cómo se desarrolle la petición señalada.
El Arzobispo consideró que antes de pensar en la aplicación de la ILE, se debe considerar la educación sexual sobre todo entre los jóvenes, así como una formación ética desde la familia, en lo cual participa la Iglesia Católica en lo que le corresponde y es solicitada.
Al respecto, Díaz Martínez señaló que ya se cuenta con un programa de trabajo y que incluso se desarrolla a nivel nacional desde hace tiempo.
“A los jóvenes se les debe informar sobre la sexualidad, pero además se les debe formar”, enfatizó.
Por Daniel Martínez Martínez
