La corrupción se ha convertido, para muchos, en una forma de vida.
Violeta García Rojas
En Puebla un ejemplo de corrupción es la protección que la sociedad brinda a los delincuentes que roban hidrocarburo, e involucran a menores, señaló el gobernador, José Antonio Gali al firmar el pacto
#YoNoDoyMordida con organismos empresariales a fin de sumar al estado al combate de la corrupción en todo el país.
La campaña #YoNoDoyMordida, que promueve la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), se basa en tres premisas “no lo hagas”, “no lo permitas” y “si lo ves denúncialo”, dijo gobernador, quien lamentó la protección de la ciudadanía a delincuentes por “unos cuantos pesos”.
“Es increíble que la misma sociedad, corrompiendo a niños, a niñas, proteja a los delincuentes, en lugar de denunciar para que las policías, el gobierno y la misma sociedad actuemos y evitemos este robo de combustible que tanto ha dañado a México. Es increíble que las deudas públicas o que el robo de combustible nos lleven a tener déficit, cuando debemos tener superávit en la economía de un país tan pujante como es México”.
El presidente de Coparmex en Puebla, José Antonio Quintana, dijo que la corrupción se ha convertido, para muchos, en una forma de vida.
Por ello, dijo, es común escuchar frases que se han vuelto parte del argot, como “ahí lo que sea su voluntad”, “no importa que roben, pero siquiera que salpiquen”, “este sí roba, pero poquito”, “este sí roba, pero se ven las obras”, “no me des, pero ponme donde hay”, “es mi voz, pero no es mi voz” y “póngase la del Puebla”, entre otras.
De esta forma, abundó, se ha hecho creer al colectivo que “el que no transa no avanza” y que la corrupción somos todos.