En entrevista el mandatario estatal, señaló que los recursos que se destinaron para la construcción del “Pueblito” al interior del Centro de Reinserción Social (CERESO) de Puebla, fueron de los encargados de la Secretaría de Seguridad Pública de cada administración a lo largo de muchos años y de los propios presos.
Los reos del Penal de San Miguel no volveran a contar con zonas de privilegio, luego de que se destruyeron 102 habitaciones, dos gimnasios y 2 kioscos que se construyeron con materiales de lujo y de buena calidad desde gobiernos pasados, afirmó el gobernador Luis Miguel Barbosa.
En entrevista el mandatario estatal, señaló que los recursos que se destinaron para la construcción del “Pueblito” al interior del Centro de Reinserción Social (CERESO) de Puebla, fueron de los encargados de la Secretaría de Seguridad Pública de cada administración a lo largo de muchos años y de los propios presos, donde se permitió el solapamiento, ya que las autoridades penitencias se hacían de la “vistas gorda” porque recibían beneficios.
Barbosa Huerta, reiteró que desde el arranque de su gobierno ordenó la destrucción de las habitaciones y departamentos que se construyeron, y al menos dos secretarios, le afirmaron que ya lo habían hecho.
Comentó que en estos momentos solo quedan algunos cimientos y varillas que se tendrán que quitar para que no sirvan de armas para los presos.
“Es un asunto a destacar porque todo lo que hubo, y la historia de vinculación y de permitirse, además de complicidad de las autoridades con los reos ha quedado atrás”.
Finalmente, dijo que los reos no contarán más con zonas de privilegio, confort y exclusividad, lo que ha sido vergonzoso.
En su momento, el secretario de Seguridad Pública del Estado, Daniel Iván Cruz, comentó que El pueblito estaba edificado de 102 habitaciones y en otros casos departamentos, además de gimnasios y kioscos que han sido ya destruidos con la fe de Notario Público.
