Desde hace más de 4 meses una familia de hondureños conformada por Karla Patricia López, Iván Mejía y su pequeño hijo, salieron de su país en una de las caravanas rumbo a los Estados Unidos de Norteamérica, la travesía fue difícil y el desenlace mucho más, ya que al llegar a la frontera norte, no pudieron cruzar y el llamado sueño americano quedó truncado, ahora llegaron a Aguascalientes en búsqueda de un futuro mejor y desean arreglar sus papelas para poder trabajar.
Desde hace más de 4 meses una familia de hondureños conformada por Karla Patricia López, Iván Mejía y su pequeño hijo, salieron de su país en una de las caravanas rumbo a los Estados Unidos de Norteamérica, la travesía fue difícil y el desenlace mucho más, ya que al llegar a la frontera norte, no pudieron cruzar y el llamado sueño americano quedó truncado, ahora llegaron a Aguascalientes en búsqueda de un futuro mejor y desean arreglar sus papelas para poder trabajar.
“Ya fuimos a la frontera pero nos regresamos para atrás porque no se puede uno instalar ahí, por los secuestros, hay muchos secuestros, y la verdad está bien duro, vamos a ver primeramente Dios a ver qué pasa; ahorita hemos ido con el Instituto de Migración a ver qué nos dicen para los papeles y poder trabajar”.
Los integrantes de este hogar, nos relataron que en su país por los altos índices de violencia que se viven a diario resultaba complicado seguir permaneciendo en estas condiciones, asimismo la naturaleza devastó el poblado en que vivían y su hogar prácticamente se lo llevó el río.
“Nos han atendido muy bien gracias al Señor, no hemos tenido ningún percance que nos rechacen, hay personas que sí nos rechazan y nos dicen que nos regresemos a nuestro país, pero los bendecimos a ellos, uno está aquí por la necesidad, no se puede vivir en nuestro país por la delincuencia”.
Después de haber transitado por varias ciudades de México, consideran que Aguascalientes es su mejor opción para vivir.
