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- Con base en la tasa de empleo y actividad económica, la mayoría de las entidades del país han entrado en recesión, siendo la excepción, hasta el momento, los estados de Baja California y Tabasco.
El aumento de contagios y fallecimientos por COVID-19 podría llevar a retomar las medidas de distanciamiento social, con el consecuente impacto negativo en la producción y empleo en el país, advirtieron los investigadores de la Universidad Autónoma del Estado de México, Pablo Mejía Reyes y Annel Hurtado Jaramillo.
Los expertos del Centro de Investigación en Ciencias Económicas (CICE) de la Facultad de Economía de la UAEM afirmaron que con base en la tasa de empleo y actividad económica, la mayoría de las entidades del país han entrado en recesión, siendo la excepción, hasta el momento, los estados de Baja California y Tabasco.
“El combate a la pandemia de COVID-19 mediante el distanciamiento social, adoptado a partir de finales de marzo, ha significado la paralización de una proporción elevada de la actividad económica, que ha derivado en una recesión sin precedentes en México y el mundo
Como consecuencia, abundaron, entre febrero y mayo el Indicador Global de Actividad Económica (IGAE) tuvo una espectacular caída de 20.4 por ciento, mientras que el empleo formal, medido por el número de trabajadores afiliados al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) presentó una de 5.4 por ciento entre febrero y junio.
Indicaron que aunque hay entidades que a partir del segundo semestre del año han tenido una mejora, todavía es prematuro afirmar si será definitiva, debido a que a la fecha existe evidencia de un rebrote de contagios y fallecimientos, lo cual obligaría a retomar las medidas de distanciamiento social.
“Hasta ahora, dada la profundidad de la caída del empleo a partir de marzo, se ha considerado que la mayoría de los estados han entrado en recesión; las únicas excepciones son Baja California y Tabasco, donde es muy difícil aventurar la presencia de un punto de giro en fechas recientes”.
Explicaron que algunas de las entidades con mayor impacto de febrero a septiembre en el empleo formal fueron Aguascalientes, Ciudad de México, Campeche, Chiapas, Colima, Guerrero, Hidalgo, Morelos, Oaxaca, Puebla, Quintana Roo, Sinaloa, Veracruz y Yucatán. “Las más más afectadas fueron Quintana Roo, con una caída de 25 por ciento; Guerrero, con 12.6 por ciento, y Campeche, con 7.8 por ciento”.
Mientras que los estados que muestran una recuperación incierta son Baja California Sur, Chihuahua, Coahuila, Durango, Guanajuato, Jalisco, Michoacán, Estado de México, Nayarit, Nuevo León, Querétaro, San Luis Potosí, Sonora, Tamaulipas, Tlaxcala, Zacatecas. En tanto, Nayarit, Baja California Sur y Chihuahua sobresalen con un crecimiento de 7.1, 5.6 y 3.2 por ciento, respectivamente, sostuvieron Pablo Mejía Reyes y Annel Hurtado Jaramillo.
