Pachuca de Soto, Hidalgo.- El 56 por ciento de la población del estado de Hidalgo no cuentan con algún tipo de seguridad social o de atención a la salud, lo que significa 1 millón 724 mil 785 de personas, indicó Alejandro Benítez Herrera, titular de la Secretaría de Salud en Hidalgo.
El panorama fue presentado por el funcionario durante la comparecencia ante el Congreso del Estado de Hidalgo, donde puntualizó que en la entidad, para la atención de la población hidalguenses sin seguridad social cuenta con una infraestructura compuesta por 483 centros de salud, 38 unidades médicas móviles, 15 unidades médicas especializadas, 16 hospitales, y dos unidades de apoyo.
Respecto al desabasto de medicamentos en la entidad es uno de los problemas más complejos que se tienen, recordando que durante este año, de mil 14 claves solicitadas y validadas por el Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi), se adjudicaron para la compra a la UNOPS y al propio Insabi 902 claves.
De dicha cantidad, a la fecha la entidad ha recibido 593 claves lo que representa 65.7 por ciento del abasto, sin embargo, en cantidad de piezas, sólo se ha recibido el 29.8 por ciento.
Para subsanar parte de la falta de medicamentos, el gobierno del estado ha podido adquirir 167 claves, 74 de medicamentos, 93 de material gastable; y de esas 42 claves fueron para el primer nivel de atención, 116 claves para segundo nivel de atención y 9 para unidades médicas especializadas.
Dentro de la compra estatal han adquirido a su vez 63 claves adicionales para la atención de COVID-19.
Además, indicó que el estado se vio afectado tras los fenómenos meteorológicos como el huracán Grace en agosto y posteriormente las lluvias de la cuenca del Valle de México en septiembre que desencadenaron en el desbordamiento del río Tula, que afectó a municipios que conforman el Valle del Mezquital.
Derivado de las inundaciones, mencionó que se perdieron totalmente las oficinas de la jurisdicción 3 de Tula, así como el Centro de Salud de la cabecera municipal, así como la afectación que sufrió el IMSS en sus instalaciones en Tula e Ixmiquilpan.
Por Daniel Martínez Martínez
