Pachuca de Soto, Hidalgo.- Autoridades médicas del estado de Hidalgo propusieron que se legisle la obligación por parte de instituciones médicas de ámbito privado de reportar obligatoriamente respecto a emergencias y muertes maternas por malas prácticas.
Lo anterior ocurrió durante la Segunda Reunión de Comisiones Estatales de Arbitraje Médico, donde además de Hidalgo participaron autoridades en materia de salud de los estados de México, Morelos, Puebla, Tlaxcala y Guerrero.
De acuerdo a lo expuesto, las estadísticas y derivado de que las últimas tres muertes maternas registradas en el estado de Hidalgo han sido en instituciones de atención a la salud del ámbito privado, se refirió la urgencia de una ley que obligue a servicios privados a reportar cualquier complicación y fallecimiento.
Durante la reunión se recordó que una de las principales problemáticas que después de dos años de pandemia se han vivido en la entidad es el alza en el número de muertes maternas, donde en Hidalgo cerró el año pasado con 27 casos, más del doble de las once registradas en el 2020.
Actualmente este seguimiento carece de aval legal que permita vigilar esta práctica, tocando la importancia de que usuarios y prestadores conozcan sus derechos y obligaciones, recordando que el acto médico va más allá de una actuación técnica, pues requiere una actuación social, ética y moral.
Por parte de la Comisión de Arbitraje Médico a nivel nacional señaló que se ha detectado como principal queja, la falta de atención y ruptura en la comunicación entre médicos-pacientes y familiares.
En el contexto, se recordó también que la mayor problemática que se encara en los sistemas de atención a la salud es la actual fragmentación y segmentación que existe en los servicios, pues como resultado de la actual pandemia se destaparon las mayores dolencias de los sistemas de salud, así como la actual inoperatividad y fragmentación de subsistemas que limita el proceso de alcanzar la atención primaria a la salud necesaria para garantizar un acceso equitativo a la atención.
Por Daniel Martínez Martínez
