Pachuca de Soto, Hidalgo.- Evaluadores e investigadores llevaron a cabo acciones para la recertificación de la Comarca Minera como geoparque mundial por parte de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
Helga Chulepin y Escher Hartmut, evaluadores de la Unesco, así como académicos e investigadores de la UNAM y la Universidad La Salle realizaron visita a los municipios que forman parte de la Comarca Minera para revisar que se cuenten con las características para seguir considerados como geoparque en su conjunto.
El objetivo, señalaron en reunión dentro del primer día de actividades es asegurar que el geoparque Comarca Minera conserve su denominación, debido a su alto valor geológico y cultural.
Cabe recordar que un geoparque es un territorio que cuenta con un patrimonio geológico de importancia internacional, es decir, las rocas, minerales y fósiles que ahí se encuentran son reconocidos mundialmente por su singular proceso de formación, edad y otras características.
El Geoparque Mundial Comarca Minera es el espacio de la memoria del pueblo, de la manera en que las comunidades han interpretado un patrimonio geológico único, y se han apropiado de las innovaciones científicas y tecnológicas que se funden en expresiones culturales y del territorio que son reconocidas como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
El Geoparque Mundial Comarca Minera está integrado por 31 sitios naturales, geológicos y culturales en los municipios: Atotonilco el Grande, Huasca de Ocampo, Mineral de la Reforma, Pachuca de Soto, Mineral del Chico, Epazoyucan, Mineral del Monte, Omitlán de Juárez y Singuilucan.
De acuerdo con la Unesco, los pobladores deben proteger este valor natural, cultural y geológico del geoparque promoviendo el desarrollo sostenible de las comunidades que lo integran para generar el desarrollo sostenible a través del incremento del turismo y la promoción de los productos locales, aspectos científicos y educativos, que acerquen a los habitantes y visitantes del territorio a las ciencias de la tierra y medioambientales.
Por Daniel Martínez Martínez