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La Diócesis de la Ciudad de Toluca se sumará a los esfuerzos para brindar ayuda y protección a los mexiquenses que han sido y que serán repatriados por la política migratoria de la administración de los Estados Unidos (EU), que encabeza el republicano Donald Trump, pues reconoció que sus derechos humanos podrían ser violados.
Fue en voz del Obispo de la capital mexiquense, Françisco Javier Chavolla Ramos que informó a los connacionales que radican en la Unión América que la iglesia católica abrirá una casa de descanso, además pone a servicio los comedores para que regresen bien a sus lugares de origen.
Monseñor reconoció la difícil situación por la que atraviesa el país desde el tema migratorio, económico, político y social, aunque confío que a partir de los valores se reviertan los problemas sociales y se tenga un escenario más equitativo en la sociedad.
”Estamos buscando una estructura de apoyo tratando de abrir casas donde tenga comida y sustento, tenemos comedora para ellos ahorita y estamos buscando la manera para abrir una casa para ellos (los migrantes)”, comentó.
Por su parte, expertos de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMéx) reconocieron que las autoridades federales y estatal se podrían ver rebasados en atender a los connacionales, quienes ante ganas de obtener recursos e ingresos optarían quedarse en las ciudades, que generaría otro fenómeno social.
La Coordinadora del Centro de Investigación y Estudios de movilización y Migraciones internacionales de la UAEMéx, Norma Baca Tavira recomendó, entre otras cosas, reforzar los programas educativos, de salud, académico y de empleo.
Incluso, indicó que los migrantes repatriados al continuar buscando su desarrollo social y económico optarán en quedarse en las ciudades a regresar a sus lugares de origen.
Gerardo GARCÍA
