Acaxochitlán, Hidalgo.- Alrededor de 70 personas, habitantes de la comunidad de Ojo de Agua de las Palomas, realizaron bloqueo a la entrada de la presidencia municipal de Acaxochitlán, exigiendo obra pública comprometida en campaña por el alcalde Erik Carbajal Romo.
Los manifestantes exigían la reparación del camino de acceso a la comunidad, así como la introducción de sistema de agua potable, este último, aseguraron, fue compromiso establecido durante campaña electoral, el año pasado, por el ahora presidente municipal.
Poco después del mediodía, el edil arribó a la sede de presidencia para dialogar con los manifestantes, aclarando respecto al tema del arreglo del camino vecinal, que será atendido en cuanto finalice el arreglo de caminos de la comunidad de Tepepa.
Respecto al sistema de agua potable para la comunidad, Carbajal Romo señaló que ya se han entregado expedientes para la perforación y equipamiento del pozo respectivo, por lo que está pendiente la respuesta del gobierno federal a través de la Comisión Nacional del Agua para aprobar dicho proyecto, así como de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales para los estudios de impacto ambiental.
Sumado a ello, se tendría que realizar un seguimiento para interconexión, por lo que primero deben culminarse obras previas, en este caso, también en Tepepa, para seguir con la próxima comunidad, que sería Ojo de Agua de las Palomas.
En tanto se llevaba a cabo la reunión e incluso previo a la llegada del alcalde Carbajal Romo, los manifestantes sólo permitían el paso a personas que realizarían algún trámite, pero no se permitía la salida de funcionarios del gobierno municipal.
Al finalizar la reunión, autoridades y manifestantes firmaron la minuta con acuerdos establecidos en la reunión.
En entrevista posterior, Carbajal Romo declinó opinar si el tema tendría alguna situación realizada con política, dada la cercanía de la elección para renovar gubernatura en Hidalgo.
“Esto es de resolver las situaciones, la política es de otra circunstancia y momento”, enfatizó.
Por Daniel Martínez Martínez
