Pachuca de Soto, Hidalgo.- El robo de combustible es considerado en este momento como la base de prácticamente todos los hechos delictivos en la entidad, donde hay algunos municipios que registran delitos de alto impacto, aseguró el comisario general de la Agencia de Seguridad en el estado, Uriel Moreno Castro.
El jefe policiaco, dijo que desde hace varios años, el huachicoleo constituye una práctica delictiva que lleva a otro tipo de delitos colaterales como la presencia de armas, robo de unidades, así como el gancho para la contratación de jóvenes que son utilizados para el transporte del combustible y varios delitos más que afectan de manera directa a la ciudadanía.
Agregó que quienes se dedican a la extracción ilegal de combustible en la entidad, contratan a jóvenes a quienes introducen en el ambiente delictivo.
“Nuestro problema es la extracción ilegal de combustible porque es la madre de todos nuestros males, están jalando muchachitos y les pagan con dinero o con droga”.
De acuerdo a casos que se han investigado previamente, los padres de estos jóvenes que son reclutados muchas veces solapan este tipo de delito debido a que los jóvenes llevan dinero a las casas.
“Sabemos qué hay necesidad pero no es lo correcto, además de que a nivel nacional Hidalgo, se ubica entre los primeros lugares en robo a combustible y en ese lugar se ha mantenido por mucho tiempo”.
En el contexto, dijo que tan solo la policía estatal ha recuperado más siete millones de litros de combustible, independientemente de lo que ha trabajado el gobierno federal que desde la explosión en Tlahuelilpan se hizo cargo del combate a este delito, por lo que ha bajado de manera significativa, pero sin que se logre erradicar de fondo la problemática.
Manifestó que, entre los municipios que registran el mayor número de tomas clandestinas y robo de combustible se encuentran la zona sur del estado en lugares como Tula, Tlaxcoapan, Tlahuelilpan, Tezontepec, Tepetitlán, Mixquiahula, Pachuca, así como Cuautepec de Hinojosa, donde la situación persiste pese a la presencia de las autoridades.
Por Daniel Martínez Martínez