Valle de Tulancingo, Hidalgo.- Diariamente dejan de dar servicio entre el diez y quince por ciento de las aproximadamente mil 200 unidades para transporte de pasajeros que prestan servicio en el Valle de Tulancingo.
Apolinar Ávila González, dirigente de la Confederación de Transportistas Metropolitanos (CTM), señaló que en algunos casos, los vehículos de servicio público son abandonados, y el operador se lleva la cuenta de dos o tres días de trabajo.
“Hemos detectado que se trata de personas que vienen del Estado de México y de Veracruz, principalmente, se les da el trabajo, y días después se van, dejando la unidad abandonada, incluso en otro municipio”.
Puntualizó que hasta el momento no tienen registro de robo completo de unidades, pero sí han encontrado desvalijadas algunas, sin precisar la cantidad.
Ávila González reconoció que ante la falta de personal, los operadores son contratados sólo presentando el tarjetón, la licencia de conducir y un comprobante de domicilio.
“Si tienen el tarjetón, asumimos que ya ha tomado los cursos y ha pasado las pruebas que realiza la Secretaría de Movilidad y Transporte estatal, y por eso nos confiamos a veces”.
Cuando ya es urgente poner en servicio alguna unidad de transporte a pasajeros, los operadores son contratados presentando sólo la licencia y el comprobante de domicilio, reconoció también el entrevistado.
Sobre la duración en el empleo de los operadores en las rutas de transporte de pasajeros en la región, señaló que es en promedio de 4 a 6 meses.
La principal razón que señalan para dejar la unidad, es por la falta de ingresos económicos suficientes para poder solventar tanto sus ingresos, como para el mantenimiento y el pago de combustible.
También se ha encontrado que algunas personas toman el empleo en lo que encuentran otra oportunidad laboral, incluso en algunos casos migrando al extranjero.
El dirigente transportista señaló que de acuerdo a estudios técnicos que ha realizado, el promedio de ingresos libres diarios para cada operador, es de aproximadamente 500 pesos.
Por Daniel Martínez Martínez
