Sexoservidoras representadas por el activista Hilario Gallegos, reiteraron la demanda de una zona de tolerancia y para extorsión de Seguridad Pública municipal.
Arturo Cravioto
Un grupo de cerca de 500 sexoservidoras del Centro Histórico e la ciudad de Puebla, solicitaron por medio de su representantes, Hilario Gallegos y Lourdes Hernández Castillo, que las autoridades municipales, impulsen una zona de tolerancia en El Capulín, en la carretera federal Puebla-Tlaxcala, pero ante eso, no hay respuesta del municipio de Puebla ni de sus autoridades correspondientes.
Y aunque reconocieron que ejercen un oficio que no está regulado, reveló en rueda de prensa que padecen desde extorsión económica, hasta tener actos sexuales, y extorsiones que van de los mil 800 pesos, hasta 5 mil pesos.
Además, señaló que la medida inmediata, será presentar las denuncias ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos -CEDH-, que saben que es un organismo que no funciona, pero tienen que pasar el trámite, para después ir a la Comisión Nacional de Derechos Humanos, para después agotar las instancias nacionales e internacionales.
