Tlahuelilpan, Hidalgo.- En la construcción del memorial por la explosión de un ducto de Pemex el 18 de enero, donde perdieron la vida aproximadamente 137 personas, el gobierno de Tlahuelilpan ha optado por mantenerse al margen y no involucrarse mucho, puesto que en ese proyecto se están manejando intereses personales, manifestó en entrevista el edil, Juan Pedro Cruz Frías.
Familiares, inspirados en la idea del obispo de Tula, solicitaron construir en el lugar un memorial para recordar a las víctimas de la tragedia, la más grande ocurrida en la historia de Hidalgo.
En su momento, el gobierno federal no solo respaldó la intención, sino que inició los trámites para la compra del terreno.
No obstante, pese a que el espacio aún está bajo resguardo de la Fiscalía General de la República (FGR), familiares continúan con la edificación de varias capillas.
Incluso, en los últimos días el gobierno del estado ha apoyado a algunos familiares con viajes de cascajo que han llegado a lo que fue la “zona cero” de la explosión.
Sin embargo, para el edil es necesario que su administración deje de involucrarse en ese proyecto, “pues recuerden que el predio está dentro de los límites de Tlaxcoapan”.
Además, opinó que detrás existen intereses personales, “la verdad de las cosas es que se dice que un grupito está liderando el asunto, no sé y no me consta, pero ha llegado a mis oídos que están pidiendo cooperación e incluso nos han llegado a decir que quieren vender los lotes”.
Y a pesar de su postura, en días pasados por petición de Rodrigo León, quien es enlace del gobernador en la región, accedió a mandar una máquina para emparejar los viajes de cascajo donados por el gobierno estatal.
Por Daniel Martínez Martínez
