- Cómo cada año, pobladores de las delegaciones San Cristóbal Huichochitlán, San Andrés y San Pablo Autopan, al norte de Toluca acudieron a cumplir con la tradición de ir a llevar flores a sus muertos chiquitos y celebrar al Arcángel San Miguel, protector de las almas de los niños.
Las tumbas comenzaron a ser adornadas desde temprano con flores de cempasúchil en espera de que los menores de edad regresen a visitar a sus familias.
Con sus trajes tradicionales, los más grandes aprovecharon que este año sí estuvieron abiertos los panteones para ir con sus ramos y dejarlos o esparcir los pétalos encima de las tumbas.
Aunado a que acuden a enflorar las sepulturas, en las casas acostumbran dejar una ofrenda con la fotografía del pequeño difunto, más flores, comida, acompañada de velas, copal y agua.
El Día de muertos, estas mismas comunidades vuelven a ir al panteón a visitar a sus difuntos y teñir nuevamente de amarillo y naranja los camposantos.