En contraste, desde el exterior la derrota de los Lakers no tiene nada de especial, además de ser una nueva derrota
“Soy un ganador. Y quiero ganar y darme la oportunidad de ganar y seguir compitiendo por el campeonato… Jugar baloncesto a este nivel solo para ser jugar baloncesto no está en mi ADN”, expresó LeBron James tras una nueva derrota de los Lakers, esta vez ante el Miami Heat. Y aunque algunos pudieran tomarlas como declaraciones de cualquier partido, lo cierto es que tienen un peso mucho más importante de lo que parece.
La estrella del baloncesto se ha cansado de estar en un equipo que se convirtió en una máquina de perder partidos. Claramente no quiere que las cosas estén así, y es perfectamente entendible cuando se trata de un jugador que ha dicho expresamente que su intención es continuar peleando por los títulos de la competencia. Quizá es muy pronto para empezar a especular, pero sí se puede decir que este no es precisamente el plan de jubilación idóneo para un LeBron James que está molesto con una entidad a la que parece que le da igual todo.
En contraste, desde el exterior la derrota de los Lakers no tiene nada de especial, además de ser una nueva derrota. Lo que sí es cierto es que el equipo angelino ha perdido de tantas maneras que hasta parece una mala broma. Ya sea porque les remontaron el marcador, o ellos lo intentaron sin éxito, con un periodo en particular que les sale peor que el resto, pero siempre innovando en la forma de caer y perder puntos.
