Valle de Tulancingo, Hidalgo.- Por lo menos una docena de centros de atención de adicciones y rehabilitación, conocidos coloquialmente como anexos, están asesorándose con profesionales en sicología, leyes, salud en general, entre otros aspectos, para contar con un manual de protocolos y procedimientos aplicable a quienes sean internados en estos espacios.
Lo anterior fue señalado en entrevista por Jaime Olvera, secretario de la organización Grupos Unidos de Tulancingo, quien asegura que ya se han acercado con Juanita Trejo, directora del Centro Estatal contra las Adicciones para ser asesorados para diseñar y establecer los protocolos de atención señalados.
Dijo que los servicios de los anexos son solicitados por familiares de adictos a sustancias tóxicas, sobre todo alcohol y sicotrópicos, quienes viven ya situaciones desesperadas, por lo que solicitan que sus familiares sean internados en estos espacios.
Pero reconoció la necesidad de la regulación para que el servicio realmente sea una oportunidad de recuperación para la persona que lo necesita.
Olvera señaló que existe toda la disponibilidad para colaborar con otras instituciones estatales y municipales, incluso federales, con el mismo objetivo de trabajar con todos los protocolos establecidos en la Norma Oficial Mexicana 0028, que regulan los centros de atención y recuperación a adicciones.
Por lo que también están buscando contar con la colaboración de los profesionales señalados, de tal manera que los actuales responsables de los anexos puedan obtener la certificación como Consejeros en Adicciones, de acuerdo a lo establecido en las normativas en materia de salud pública
El entrevistado señaló que la organización que representa tiene disposición para el ingreso de más representantes o responsables de anexos, “aunque muchos de ellos prefieren seguir operando de forma independiente o autónoma, como se definen ellos mismos”.
Finalmente señaló que dentro de sus objetivos también está realizar jornadas y programas de prevención a adicciones, precisamente para evitar situaciones desesperadas por las que han pasado familias que deciden usar el internamiento de uno de sus miembros.
Por Daniel Martínez Martínez