Valle de Tulancingo, Hidalgo.- La sequía que se registra este año en la región, es la más extensa en los últimos 40 años, consideró Abraham Salomón Ganado, director municipal en Tulancingo de Desarrollo Agropecuario.
La falta de lluvias que ya se extiende en tres meses de retraso, han provocado pérdida de las cosechas durante el ciclo primavera – verano, además de que se podría iniciar el agotamiento de las aguas subterráneas.
El promedio anual de lluvias que se registran en la región, es de 620 milímetros de descargas pluviales, pero en el presente año, dicho registro no ha llegado siquiera al 50 por ciento para estas fechas, situación que ya provoca la preocupación de los productores agrícolas.
Salomón Ganado recordó que el año pasado también fue seco, sin llegar a los niveles del 2019, donde sumado a la falta de lluvias, los días con intenso calor se han extendido, lo que implica la ya preocupante situación de sequía.
En los cultivos de temporal, las pérdidas en el periodo agrícola primavera – verano alcanzan al 70 por ciento de la extensión de producción sólo en la zona rural de Tulancingo.
En el caso de las tierras de temporal, la extensión de tierras de cultivo es de siete mil hectáreas, donde se han registrado las importantes pérdidas.
Si bien las pérdidas en la zona de cultivo de riego dentro del municipio, que alcanza las cinco mil 200 hectáreas son menores, debido precisamente a contar con agua para los cultivos, el panorama no será alentador para el siguiente año.
Ello debido a que al no registrarse lluvias, los mantos freáticos se irán agotando, lo que hará complicado poder contar con líquido para abastecer las necesidades de los cultivos.
Además, este año se tuvo que usar más agua de la prevista para dicho sector, precisamente por la falta de lluvias y las altas temperaturas.
La esperanza es que en lo que resta de la temporada de lluvias puedan existir descargas suficientes, pero también en ese sentido la situación es complicada, por los microclimas que se registran desde hace algunos años, que provoca que las descargas pluviales no se registren de forma pareja.
Por Daniel Martínez Martínez