Pachuca de Soto, Hidalgo.- Este año los pueblos mágicos no serán evaluados, por lo que los 121 sitios del país continuarán con su categoría y no habrá nuevos nombramientos; además que ingresarán a un programa nacional en el que pintarán sus fachadas, incluidos los seis de Hidalgo, anunció el secretario de Turismo federal, Miguel Torruco Marqués.
Acompañado del gobernador Omar Fayad, de autoridades estatales y municipales, el funcionario federal presentó los detalles del Tianguis de Pueblos Mágicos a desarrollarse del 24 al 27 de octubre en el recinto ferial de Pachuca, y en el que esperan una derrama económica de 100 millones de pesos.
El funcionario federal aprovechó para anunciar el programa Corazón urbano de pueblos mágicos, que tiene como fin realizar una intervención integral de mejoramiento de los 121 pueblos mágicos, entre ellos los seis de Hidalgo que son: Huasca, Mineral del Monte, Mineral del Chico, Huichapan, Tecozautla y Zimapán.
Detalló que el programa incluye pintura para fachadas de 220 viviendas, tanto del centro del pueblo como del primer cinturón contiguo, así como la capacitación para empleo y de turismo incluyente, ello para mejorar la oferta de bienes y servicios que son ofrecidos a los visitantes.
Refirió que en tanto “no sea consolidado lo existente”, es decir, se mejore y atienda a los 121 pueblos mágicos del país, este año no habrá más nombramientos de esos sitios, además que no evaluarán a los ya existentes, por tanto no quitarán las categorías a los que ya lo tienen.
Respecto al tianguis, Torruco Marqués precisó que colocarán 121 módulos en el pabellón comercial; un pabellón internacional que albergará un país invitado; y uno artesanal integrado por representantes de todo el país.
Así como un encuentro de cocina tradicional mexicana, jornadas académicas, programas de capacitación para intercambio de experiencias, y como parte del proyecto Corazón urbano, desarrollarán una propuesta de expresión artística para plasmar lo mejor de todos los pueblos mágicos a través de un mural artístico.
Por Daniel Martínez Martínez
