En Huauchinango, los artesanos mantienen viva la tradición con creaciones únicas, como bolsas de palma, blusas con bordados de pepenado y joyería de talavera, que reflejan su historia.
El pasado fin de semana, alrededor de 15 artesanos de la entidad ofrecieron productos de medicina tradicional, cartonería y algunos alimentos como salsas, pan, chapulines y dulces típicos en Puebla Capital, en el marco del Buen Fin, con la finalidad de apoyar a este sector en la región.
Por otra parte, en el municipio de Huauchinango, algunos artesanos aún preservan y elaboran productos representativos de la región, todos ellos unidos por una misma pasión: crear piezas que les permitan difundir la historia y la cultura a través de su trabajo. Productos como bolsas artesanales, blusas con bordados de pepenado, joyería fina elaborada con talavera y otros accesorios forman parte de las creaciones que distinguen a los artesanos de este bello Pueblo Mágico.
Ser artesano hoy en día es una actividad que nos llena de orgullo, pues cada pieza es elaborada con amor y dedicación por manos mexicanas. Solo basta admirar el bordado de pepenado, que a veces requiere hasta cuatro meses de trabajo, desde el corte de la blusa hasta el diseño final de las imágenes que se plasman en el bordado. Otras piezas que también demandan mucho tiempo y esfuerzo son las bolsas hechas de palma, cuyo proceso de elaboración es largo y meticuloso, resultando en creaciones únicas.
El talento de los artesanos ha trascendido fronteras, y Huauchinango ha sido testigo de ello al recibir turistas que adquieren las artesanías producidas en este lugar. Muchas de estas piezas han llegado a países como Francia, Puerto Rico, Estados Unidos y lugares tan remotos como Tailandia.
Hoy, presumir las piezas creadas por los artesanos es un privilegio, pues en cada una de ellas se conserva y transmite la historia que se puede admirar con solo mirarlas.
