A la ceremonia del Lavatorio de Pies asistió el gobernador de Puebla, Alejandro Armenta, junto con su esposa Cecilia Arellano.
Carolyne Rodríguez Bocardo
Para recordar el gesto del lavatorio de pies por parte de Jesús a sus apóstoles, los Obispos auxiliares de Puebla realizaron esta acción con abuelitos del Asilo Particular de Caridad de Santa Inés.
En su turno, el arzobispo de Puebla Víctor Sánchez, recordó que estas son las celebraciones más importantes de la Iglesia, ya que con esta acción el Redentor anunciaba que por amor estaba dispuesto a aceptar la humillación de la cruz para ofrecernos el servicio de purificarnos del pecado con su propia sangre.
“El señor nos invita a entrar en la dinámica de este amor que salva, Él nos ha mandado servirnos, unos a otros”, dijo el prelado.
De igual forma, Sánchez recordó que en próximas horas se realizará la misa donde se actualiza y vive la Última Cena, en la que el Señor nos dio tres regalos para nuestra salvación: La Eucaristía, el don del sacerdocio y el mandamiento del amor.
“Jesús, antes de padecer celebró la cena de Pascua con sus apóstoles y durante esa cena, después de cantar los salmos, tomó pan y vino y nos lo dejó como alimento espiritual, pues sabemos que, en la Eucaristía recibimos el Cuerpo y la Sangre de Cristo y quedamos unidos a él.”
A la ceremonia del Lavatorio de Pies asistió el gobernador de Puebla, Alejandro Armenta, junto con su esposa Cecilia Arellano.