Ahora, lo que se busca es que con esfuerzos, la industria de la charanda tenga un segundo periodo de esplendor.
La charanda es una bebida alcohólica regional mexicana, se remota a la época de los purépechas, posteriormente en el tiempo de la Nueva España se le conocía como aguardiente o chinguirito.
La palabra charanda, de origen purépecha significa “tierra colorada” y se le puso ese nombre a la bebida en honor al cerro de la Charanda, en cuyas faldas se edificó la primera destilería.
A diferencia de otros estados que comparten Denominación de Origen como Oaxaca, Guerrero y Michoacán con el mezcal o Jalisco, Guanajuato y Michoacán con el tequila, la charanda tiene esta etiqueta exclusivamente para el estado de Michoacán.
La Denominación de Origen “Charanda” se logró en el 2003 y reconoce a los campos michoacanos como los auténticos creadores del ron de México. La zona de extracción y producción contempla 16 municipios centrales del estado de Michoacán, donde se ubica una “franja cañera” de transición, que va desde la zona Lacustre hasta la región denominada Tierra Caliente.
Se sabe que se produce desde el siglo XVI y pasó a la fase industrial hace más de 120 años y aunque en ese tiempo había alrededor de 60 productores del destilado de caña, de los cuales 40 eran de Uruapan, con el paso del tiempo, su producción ha disminuido, pues hoy permanecen únicamente 11 productores en la región, esto principalmente debido a la plantación de aguacate y de berries en la zona.
Miriam Pacheco, representante de los charanderos de la zona, ha compartido que poco a poco esta bebida se ha posicionado, pues aunque está en casi toda la República Mexicana, aún falta colocarse en algunos estados. Incluso los mercados internacionales le han abierto las puertas se trata de Estados Unidos, Japón, Alemania, Suecia, Italia, Francia, Lituania, Estonia, Letonia, Inglaterra, por mencionar algunos.
Ahora, lo que se busca es que con esfuerzos, la industria de la charanda tenga un segundo periodo de esplendor.
