Violeta García Rojas
Una vez más, concesionarios y chóferes del transporte público se manifestaron para exigir, en la recta final de la Administración de Sergio Salomón Céspedes, se les autorice un incremento a la tarifa del transporte público. En esta ocasión, acudieron al Centro Integral de Servicios (CIS), en la Vía Atlixcáyotl, donde cerraron el carril hacia el Centro Histórico. Los concesionarios argumentaron que el servicio de la Red Urbana de Transporte Articulado (RUTA) es el único beneficiado, porque cuenta con un carril confinado, recibe subsidio del Gobierno del Estado y no hace descuentos a estudiantes, ni personas de la tercera edad.
Adelfo Contreras Rosas, concesionario de la Ruta 12 A, señaló que ahora todos los pasajeros o son personas adultas mayores o son estudiantes, para pagar pasaje preferencial, “es una limosna, lo que no están pagando”. La protesta por la exigencia al incremento a la tarifa llegó a las puertas de las oficinas del Gobernador Sergio Salomón Céspedes, con el cierre de la vialidad de la Atlixcáyotl. En este sentido, el Gobernador reiteró que no se va a autorizar. Incluso, mencionó que los concesionarios, el próximo miércoles, sostendrá una reunión entre el sector y la Secretaría de Gobernación.
El argumento de los concesionarios es que han sufrido aumentos en las refacciones y en las gasolinas. “Mínimo, la tarifa que queremos de aumento es de 4 pesos, es mentira que queremos 19 pesos, es una mentira. Si no que se maneja porque el RUTA (Red Urbana de Transporte Articulado) cobra a razón de 19 pesos, 7 pesos de cobro, más 12 pesos que subsidia el Gobierno”. Mientras tanto, Delfino Reyes Bocardo, uno de los concesionarios con más unidades del transporte público, admitió el mal estado de la mayoría de las unidades y lo justificó, al sostener que el incremento en los últimos casos fue de cinco centavos por año.