Académicos abordaron la capacidad de esa herramienta digital para solucionar problemas globales, posibilidades, límites, y si reemplazará al ser humano
Redacción AR
El consejero de Fundación UNAM e investigador emérito de esta casa de estudios, Jaime Urrutia Fucugauchi aseguró que, la regulación de la inteligencia artificial (IA) es complicada y conlleva intereses económicos cuando se refiere al uso que hacen empresas, gobiernos y academia.
Al abordar el tema en entrevista puntualizó: no la podrán decidir ni los gobiernos, pero el interés de normarla surge con desarrollos de tipo disruptivo como internet, telefonía celular y redes sociales. El problema es cómo se implementa, qué pasará con quienes no la cumplan o la transgredan.
Sobre la reciente Cumbre Mundial de la IA, celebrada en París, el universitario resaltó que es parte del interés generado con algunas plataformas, incluyendo la entrada de DeepSeek y otras con menor cobertura mediática.
Asimismo, agregó que se han llevado a cabo diversas reuniones con diferentes objetivos e intereses. También hay en paralelo varios programas de apoyo a proyectos; se buscan planes de desarrollo y aplicaciones.
Acabar con los mitos
El universitario también participó en el ciclo Jueves de Ciencia. Nuestra nueva realidad, organizado por Fundación UNAM y transmitido por TVUNAM, en el que consideró que para utilizar bien las nuevas tecnologías primero debemos entenderlas. La IA es una de las áreas de investigación y desarrollo tecnológico que se ha caracterizado por su rapidez de cambio.
Para el investigador del Instituto de Investigaciones en Matemáticas Aplicadas y en Sistemas de la UNAM, Carlos Ignacio Hernández Castellanos, en el pasado se decía que era necesario aprender computación e inglés; luego que programación, pero hoy es la IA, aunque también ser críticos y preguntarnos qué hacemos y cuándo la usamos.
Hernández Castellanos recalcó que esta área ha captado la atención a partir del comienzo de ChatGPT. Antes y ahora las preguntas se repiten, por ejemplo, si viene a sustituirnos o a ayudarnos, qué va a pasar con los empleos o qué sucede con la parte ética.