Las elecciones de 2018 serán las primeras en las que ciudadanos podrán competir por la presidencia de México como candidatos independientes y, en ese contexto, el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) buscará ocupar un espacio en la boleta.
A más de dos décadas de su aparición pública, el movimiento informó que próximamente nombrará un concejo que seleccione a una candidata que compita dentro de dos años y represente la voz de los pueblos originarios del país.
“Nos declaramos en asamblea permanente y consultaremos en cada una de nuestras geografías, territorios y rumbos (…) para nombrar un concejo indígena cuya palabra sea materializada por una mujer indígena, delegada del CNI como candidata independiente que contienda a nombre del Congreso Nacional Indígena y el Ejército Zapatista de Liberación Nacional en el proceso electoral del año 2018 para la presidencia de este país”, informó el EZLN en un mensaje emitido este fin de semana.
La más reciente reforma político-electoral estableció que ciudadanos sin partido podrán competir por cargos de elección popular, desde la Presidencia de la República y gobiernos estatales hasta diputaciones locales y alcaldías.
En el caso de quienes aspiren a encabezar el Poder Ejecutivo federal, uno de los requisitos para obtener la candidatura es que ésta sea respaldada al menos por 1% de la lista nominal de electores, lo que actualmente equivaldría a unas 830,000 personas.
El anuncio del EZLN —que se difundió ampliamente en redes sociales— representa un giro respecto de la postura que el movimiento había mantenido hacia los procesos electorales, que había tachado de insuficientes para resolver los problemas del país.
Además, antes de las más recientes elecciones presidenciales, también criticó al entonces candidato presidencial de la izquierda, Andrés Manuel López Obrador, así como a su grupo político, a quienes acusó de únicamente buscar el poder.
“(AMLO y su grupo político) llaman a aguantar hasta que sea el momento de tachar la boleta electoral —señaló entonces el subcomandante Marcos, hoy autonombrado Galeano— y de vuelta a esperar que todo se arregle y se vuelva a levantar el frágil castillo de naipes de la clase política mexicana”.
