Ricardo Flores Rodríguez es estudiante de cuarto semestre de Ingeniería Mecatrónica en la Universidad del Valle de México (UVM). Desde hace unos años ha trabajado el perfeccionamiento del motor y hoy, el avance que ha obtenido es mayor al 80 por ciento.
Después de darse cuenta del grado de contaminación que acontece a nuestro país y aún más a la Ciudad de México, Ricardo comenzó a idealizar este proyecto.
“Estamos en una ciudad donde no se puede respirar aire limpio. Esto nos va a ayudar a que los autos dejen de consumir gasolina porque estamos quitando el sistema de combustible a quienes ya no pueden circular”. Dijo en entrevista para el portal de noticias sin embargo
“El aspecto más importante es la contaminación ambiental por el uso de combustibles de origen fósil. Mi intención es distribuir el motor para que la gente pueda adquirirlo en un centro comercial, que sea muy sencillo de colocar en el vehículo para que todos podamos tener un ahorro y cuidar nuestro medio ambiente” añadió.
Además, el joven puntualizó que el mundo tendrá que encontrar nuevas alternativas para reemplazar los combustibles fósiles.
“Estos generan CO2, que contribuye al calentamiento global. Las fuentes de energía que reemplacen los combustibles fósiles deben ser más limpias y no deben producir más contaminación o cambios climáticos. Como ventaja adicional, estos combustibles deberán ser sustancias que se ubiquen fácilmente y que, idealmente, constituyan fuentes renovables de energía. Pero, ¿cuáles son estas fuentes de energía?, la respuesta es el elemento que más tenemos en la tierra: hidrógeno”, agregó.
Para conseguir el procedimiento, se necesita un fenómeno llamado hidrólisis. “Esas moléculas que captamos en gas, después de ser separadas, pasan por un depósito al que llegan y dan potencia al motor del vehículo, mismo que lo hace trabajar al 100 por ciento con hidrógeno como combustible y, como proyecto paralelo, un sistema ahorrador de combustible del rango de 40 a 60 por ciento” explicó el estudiante.
Por ahora, Ricardo se encuentra en proceso de patentar su “Motor de hidrógeno a partir de agua” que, se aproxima, tendrá un costo de 20 mil pesos (MN).
El estudiante explica que se está tratando de almacenar el hidrógeno para hacer que funcione en el motor de combustión interna para así poder reducir los niveles de contaminación.
“Conseguimos simular el quemador de una estufa para demostrar que ya no se necesita ningún combustible fósil, solamente electricidad y agua para, por ejemplo, calentar tu comida en la estufa que sería prácticamente de pura agua y electricidad”, dice en la entrevista.
Ricardo había realizado una segunda prueba en un taxi en donde utilizó agua común y gasolina. Creó un sistema ahorrador de combustible que convierte el agua en hidrógeno y de esta manera el motor tiene mejor rendimiento.
El joven mexicano añade que ya se le han acercado personas con gran interés en su producto. “Mis amigos son del ramo de transporte público y camionetas de diésel, por lo que se interesaron en el automotor porque éste es más eficiente con diésel, es ahorrador y menos peligroso”, explicó.
Sólo son cuestiones técnicas y de fabricación para que el proyecto funcione como yo espero; debo decir que el sistema para separar el gas no se puede patentar porque ya está hecho, la patente es libre pero se puede registrar el proceso de adaptación a una estufa o bien, a un carro”, puntualizó.
Con información de El Mañana y SinEmbargo
