#DerechosenlaEraDigital #Opinión por #LuisRicardoSánchezHernández
Recientemente un reportaje de reveló The Wall Street Journal, que la compañía Facebook cuenta con documentos que muestran que desde hace año y medio tiene evidencia de que Instagram, su red social para compartir fotografías es nociva para adolescentes, lo cual ha generado comparaciones con otras empresas que han ocultado información sobre los daños a sus clientes, pero han preferido ocultarlo.
El impacto de esta red social para adolescentes es relevante si se considera que conforme a los propios datos se registra acceso diario a dicha red social y, el 89% reportan que están constantemente, o demasiadas veces al día dentro de Instagram, ya que consideran que es una parte esencial de su conexión y ubiquidad con los demás.
Como principales resultados de dichos hallazgos, encontramos que:
- Se generan efectos en el autoestima derivado de las comparaciones, en las cuales surgen envidias en torno al estado físico o apariencia con las demás personas.
- Han incrementado el sentimiento de cosificación de las personas, en el cual, el síndrome de la generación selfie se traduce en requerimientos estéticos cuya insatisfacción con la condición física puede dar lugar a desórdenes alimenticios.
En estos temas, por supuesto que los padres podemos ayudar, además de tener cuidado con las edades a partir de las cuales nuestros hijos acuden a redes sociales, también a través de concientizarnos y a nuestros hijos, sobre lo que realmente se publica en redes, que no siempre corresponde a la realidad, a seguir interactuando persona a persona con otros, a fin de generar mayor tolerancia frente a escenarios normales, y, de descubrir que son más importantes las interacciones que las selfies.
Por que si ante los efectos de las redes sociales visuales queremos a nuestros adolescentes vacunar, de sus derechos digitales, les tenemos que informar, estimado Óscar, es ahí, donde los datos personales relativos a la imagen deben también ser regulados a fin de evitar comparaciones, que valga decir como la abuela, nunca son buenas; nos seguimos viendo en Twitter @luisricardosh.
