La reciente visita del famoso youtuber Mr. Beast a las zonas arqueológicas de Chichén Itzá y Calakmul ha desatado controversia, luego de que difundiera un video grabado en estos sitios históricos, lo que llevó a la presidenta Claudia Sheinbaum a solicitar al Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) que revele públicamente las condiciones bajo las cuales se otorgaron los permisos.
Durante su conferencia matutina, la mandataria confirmó que Mr. Beast contaba con autorización del INAH para grabar contenido en las zonas arqueológicas de Yucatán y Campeche, pero pidió que se aclare si el youtuber respetó los términos establecidos:
“El INAH nos debe decir bajo qué condiciones se dio este permiso y, si se violó, qué sanciones podrían aplicarse”, declaró Sheinbaum.

Por su parte, el INAH emitió un comunicado asegurando que no hubo daños al patrimonio durante las grabaciones. El instituto explicó que todo el contenido fue supervisado por personal capacitado y que Mr. Beast no accedió a zonas restringidas ni manipuló objetos arqueológicos reales, como se insinuaba en el video.
Sin embargo, la Secretaría de Cultura, encabezada por Claudia Curiel de Icaza, expresó su molestia y anunció que se está evaluando la imposición de sanciones.
“Por supuesto que no estamos de acuerdo. Estos espacios no son para eso, y habrá consecuencias”, enfatizó la secretaria.
El video, que suma millones de reproducciones, incluye escenas dramatizadas y afirmaciones que el INAH calificó como “parte de la teatralidad del contenido”, como la supuesta llegada en helicóptero o el contacto con una máscara prehispánica auténtica.
Mientras tanto, el debate continúa sobre los límites entre el entretenimiento digital y la preservación del patrimonio cultural.