Cruz Roja Atlacomulco reporta un incremento del 40 por ciento en percances, desde que arrancó dicha obra.
Por: Berenice León
Las obras en curso en la carretera Ixtlahuaca-Atlacomulco están complicando cada vez más el tránsito, generando graves embotellamientos y un aumento en el número de accidentes. Los conductores que diariamente recorren esta vía clave en la región enfrentan, en los últimos dos meses, retrasos de hasta hora y media en ambos sentidos debido a los trabajos de infraestructura vial.
El proyecto, impulsado por autoridades estatales y federales, incluye la construcción de tres puentes peatonales y la ampliación de un tramo de la carretera Panamericana a tres carriles en Jocotitlán, con el objetivo de mejorar la seguridad y la fluidez en esta transitada carretera. No obstante, la obra ha convertido el tránsito en un desafío diario, afectando a residentes, transportistas y viajeros de la región norte.
“Pasar por esta carretera se ha convertido en un fastidio. Las filas son interminables y en horas pico el tráfico se detiene casi por completo”, comenta Javier, residente que diariamente utiliza la vía para desplazarse.
Más allá de los embotellamientos y retrasos, el problema se ha agravado con el incremento de accidentes. La delegación de la Cruz Roja en Atlacomulco reporta que los incidentes han aumentado un 40%, debido no solo a las obras sino a factores como la neblina que reduce la visibilidad, el exceso de velocidad y el consumo de alcohol en algunos conductores. La combinación de estos elementos con los desvíos y la falta de señalización adecuada ha hecho de esta vía un tramo especialmente peligroso.
“Las condiciones de la carretera y la falta de señalización adecuada han derivado en un número alarmante de accidentes. La situación es aún más riesgosa en la madrugada y al anochecer, cuando la neblina es más espesa. Además, esta región necesita atención en educación vial,” señalaron paramédicos de la Cruz Roja.
Durante el último mes, los servicios de emergencia han tenido que atender numerosos accidentes en la carretera, resultando en víctimas fatales y heridos, además de múltiples daños materiales. Ante esta situación, habitantes de Ixtlahuaca, Atlacomulco, Jocotitlán y Acambay han solicitado medidas urgentes a las autoridades, incluyendo una mayor presencia policial, señalización adecuada y medidas para regular el tránsito con el fin de reducir los accidentes.
Si bien las autoridades han señalado que las obras buscan beneficios a largo plazo, los conductores y vecinos de la región esperan que se implementen medidas provisionales de seguridad que permitan un tránsito más fluido y seguro durante el proceso de construcción. Además de los tres puentes y la ampliación de carriles, se prevé la instalación de dispositivos de señalización y reductores de velocidad en zonas críticas, con el fin de mitigar los impactos y reducir el riesgo de accidentes hasta que finalicen los trabajos de infraestructura.
