Como cada año familias enteras recorrieron las calles para pedir que no falte el alimento y agradecer por salud, trabajo y familia
Por: Alberto Dzib
Con flores en los carros, dulces en las manos y plegarias en cada paso, más de 20 mil personas participaron este 10 de junio en el Paseo de la Agricultura en honor a San Isidro Labrador, una de las tradiciones más arraigadas de Metepec.
Aunque en muchas familias ya no se cultiva como antes, los habitantes de Metepec y comunidades vecinas como Mexicaltzingo, Calimaya y San Mateo Atenco mantienen viva la tradición como una forma de agradecer por el alimento, la salud, el trabajo y la familia, y para pedir que no falte lo esencial, sobre todo en tiempos difíciles para el campo.
Desde temprano, las cuadrillas integradas hasta por 30 personas, comenzaron a agruparse con carros alegóricos decorados con mazorcas, espigas, flores y la imagen de San Isidro, seguidos por 500 caballos, animales de tiro y más de 800 vehículos que recorrieron las principales calles del municipio, iniciando en la parroquia de San Juan Bautista, frente a las Escalinatas del Calvario.
Cada cuadrilla ofreció pan, fruta, productos de limpieza y dulces, como es costumbre, mientras cientos de asistentes lanzaban vivas y se protegían del sol con sombrillas.
Entre la música, los danzantes y los carros, sobresalieron los hombres vestidos de mujer, en homenaje a las antiguas tlacualeras, esposas de campesinos que les preparaban los alimentos durante las largas jornadas de trabajo.
La tradición ahora se vive de distintas formas, hay quienes agradecen por la salud, el trabajo y la familia y quienes como Gisela Castro, rinde homenaje a su padre, quien le enseñó a venerar al patrono del campo.
“Mi papá sembraba maíz, y cuando veíamos la imagen de San Isidro nos poníamos a trabajar con esperanza, él ya no está, pero seguimos con la tradición que nos dejó, aunque ahora casi no hay cosecha y el campo va desapareciendo”.
Ese sentimiento de continuidad también lo comparte Isaac Hernández, quien lleva 25 años desfilando.
“Le doy gracias a San Isidro por mi trabajo, por mi salud, por mi familia. Este paseo es mi forma de agradecer que estamos aquí, que seguimos juntos, y también de recordar a los que ya no están”.
El recorrido estuvo resguardado por 200 elementos de la policía municipal y 50 estatales, además de personal de Protección Civil, Bomberos e inspectores de Gobernación y como en años anteriores, se mantuvo la prohibición de venta de bebidas alcohólicas en la cabecera municipal para garantizar la seguridad de asistentes y participantes.
