Con 332 votos a favor y 130 en contra, la Cámara de Diputados aprobó la Ley Nacional para Eliminar Trámites Burocráticos, que ahora fue turnada al Senado de la República. Esta legislación tiene como objetivo central agilizar los procesos administrativos en el país, al reducir tiempos, costos y riesgos de corrupción que afectan a millones de personas que realizan gestiones ante el gobierno.
Una de las principales innovaciones de esta ley es la implementación de una ventanilla única digital, donde los trámites federales podrán realizarse de forma más eficiente y sin necesidad de intermediarios. Aunque se promueve el uso de la Agencia Digital para centralizar los servicios, no se obligará a estados ni municipios a adoptarla para sus trámites locales, respetando así su autonomía.
Desde el bloque mayoritario se argumentó que esta reforma busca “aliviar” la burocracia que por años ha frenado el acceso a servicios públicos. Además, se hicieron ajustes al proyecto para equilibrar las responsabilidades entre autoridades federales y locales, garantizando que cada entidad pueda adaptar los cambios de acuerdo con sus capacidades técnicas y administrativas.
Una vez que esta ley sea aprobada también por el Senado, los estados y la Ciudad de México tendrán 180 días naturales para adecuar sus legislaciones. De ser implementada correctamente, esta norma podría representar un cambio significativo en la relación de las y los ciudadanos con el gobierno, eliminando prácticas engorrosas y cerrando espacios a la corrupción.
