Enrique Vargas del Villar, fue uno de los pocos invitados de la política mexicana a la toma de protesta del presidente Donald Trump. En una entrevista exclusiva en Primero Lo Primero, el senador compartió detalles sobre su participación y su agenda en este evento internacional.
Vargas del Villar mencionó que el fin de semana previo a la toma de protesta fue intenso, con varias reuniones y conversaciones, incluyendo una con el congresista de Texas, Anthony González. Sin embargo, debido a las fuertes nevadas en Washington, la ceremonia que originalmente iba a ser al aire libre se realizará a puertas cerradas, limitando la asistencia a un grupo selecto de personas.
Sobre la invitación, el senador explicó que fue extendida debido a su relación cercana con figuras del gobierno estadounidense, destacando que en 2017 recibió las llaves de la ciudad de Miami por sus vínculos. Además, indicó que, aunque fue invitado a diversas cenas y eventos en torno a la toma de protesta, optó por no asistir para enfocarse en su labor de cabildeo a favor de México.
Uno de los temas más comentados durante su estancia en Washington es la preocupación por la seguridad en México, especialmente en relación con los cárteles de la droga. Vargas del Villar destacó la crítica a la estrategia del expresidente López Obrador de “abrazos, no balazos”, señalando que muchos en Estados Unidos ven esta política con indignación. En cuanto a la colaboración entre México y Estados Unidos en materia de seguridad, el senador subrayó la importancia de trabajar juntos, pero sin que México se ponga “a las órdenes” del gobierno estadounidense. Reiteró que la colaboración debe ser en términos de cooperación, como el programa Mérida, para abordar la violencia que afecta a México.
En cuanto a las políticas que el presidente Trump podría implementar, Vargas del Villar mencionó la inquietud por las deportaciones masivas y la declaración de los cárteles como organizaciones terroristas, lo que podría tener repercusiones para México.
Finalmente, el senador compartió que su agenda para el día incluye esperar la toma de protesta a puerta cerrada y continuar con reuniones relacionadas con su trabajo en Washington. Además, se comprometió a mantener informados a los ciudadanos sobre los avances y diálogos que se están llevando a cabo en la capital estadounidense.