El pasado domingo, el líder religioso fue liquidado con múltiples impactos por arma de fuego, cuando salía de oficiar una misa en el barrio Cuxtitali
Atenea Rojas
El pasado domingo, la violencia en México pasó de amenazar funcionarios públicos a líderes religiosos, cuando el pasado domingo, fue asesinado el sacerdote tsotsil, Marcelo Pérez Pérez, cuando salía de oficiar una misa en el barrio Cuxtitali, Chiapas.
Sobre este evento, testigos aseguraron que los agresores, que presuntamente se transportaban en una motocicleta, le dispararon cuando ya estaba en su camioneta, alrededor de las 7:30 hrs. Poco después llegaron integrantes de fuerzas de seguridad de los tres niveles quienes acordonaron el área, mientras muchos católicos lloraban y rezaban.
A las 9:50 horas llegó una grúa, la cual subió la camioneta con el cuerpo en su interior y la trasladó al Servicio Médico Forense para la necropsia de ley. De acuerdo vecinos de la localidad, el presbítero ya había recibido amenazas durante años, pero rechazó tener protección.
Por su parte, en conferencia matutina este martes, la presidenta Claudia Sheinbaum, afirmó que la percepción de inseguridad en el país ha alcanzado su punto más bajo desde 2013, y se comprometió a seguir disminuyéndola durante su administración. Además, aseguró que la Fiscalía de la República ya tomó el caso y negó rotundamente una “guerra civil” en Chiapas.