La profesora agregó que el trabajo puede variar mucho dependiendo de cada niño o niña autista
En entrevista con Ultra Noticias Michoacán, y en el marco de la denuncia realizada por la Comunidad Animalista del estado, Isabel Hernández, profesora de Educación Inicial en Paracho, nos habló acerca del trabajo que realiza en apoyo a niños y niñas en condición de neurodivergencia, esto de la mano de la perrita ‘Naga’, que fue rescatada de los múltiples actos de crueldad animal que se cometen en aquel municipio.
En este caso, a los perritos que llevan a cabo labores como las de Naga se les conoce como “animales de asistencia emocional”, y es que, a diferencia de los perros de servicio, que llevan un entrenamiento muy específico para sus actividades, los perros de asistencia emocional deben cumplir otros requisitos, empezando por su talla, que preferentemente debe ser de mediana a grande, pues según detalla la maestra, los pequeños neurodivergentes no miden su fuerza o sus impulsos, por lo que podrían lastimar al animal si este fuera de menor tamaño.
Así mismo, la disposición del canino también es importante, pues los animales de asistencia emocional deben tener una gran resistencia.
“En este caso de asistencia a niños con espectro autista tiene que ser un animal que pueda contener al niño; que tenga la fuerza y la paciencia. Ya vieron como le tiene paciencia (Naga) a la otra perrita y así como es con ella, así es también con los niños”, comenta Isabel.
Igualmente, la profesora agregó que el trabajo puede variar mucho dependiendo de cada niño o niña autista, por lo cual también cambia la actitud del animal de asistencia, pero siempre con la disposición de apoyarlos.
