Las Dracónidas y las Oriónidas prometen noches estrelladas, ideales para observar estrellas fugaces alejados de la contaminación lumínica.
Durante el mes de octubre de 2025, el cielo de Morelia se convertirá en escenario de un doble espectáculo astronómico con la llegada de dos lluvias de meteoros: las Dracónidas y las Oriónidas. Ambas podrán apreciarse sin necesidad de telescopio, siempre que el clima lo permita y se elijan lugares alejados de la contaminación lumínica.
La primera cita será con las Dracónidas, que alcanzarán su punto máximo durante la noche del 8 de octubre. Su radiante se ubicará en la constelación del Dragón, visible en dirección noroeste poco después del anochecer. Aunque esta lluvia suele ser moderada, con un promedio de entre 10 y 20 meteoros por hora, en ocasiones puede sorprender con ráfagas más intensas. En Morelia, el mejor momento para observar será entre las 8:00 y 10:00 de la noche, antes de que la Luna gane brillo y reduzca la visibilidad de los meteoros más débiles.
La segunda será la esperada lluvia de las Oriónidas, activa entre el 16 y el 27 de octubre y con su pico la noche del 21 al 22 de octubre. Esta lluvia proviene de los restos del cometa Halley y es conocida por sus meteoros rápidos y brillantes, que pueden alcanzar velocidades de hasta 65 kilómetros por segundo. En Morelia, el mejor horario de observación será desde la medianoche hasta el amanecer, cuando la constelación de Orión esté más alta en el cielo del sureste.
Para disfrutar de ambos fenómenos, los especialistas recomiendan buscar un sitio oscuro en las afueras de la ciudad, preferentemente con cielo despejado y sin luces cercanas. También sugieren evitar el uso de dispositivos electrónicos durante al menos 20 minutos antes de la observación, para que la vista se adapte a la oscuridad.
Octubre será, sin duda, un mes ideal para mirar al cielo. Las lluvias de meteoros prometen regalar momentos únicos a quienes se detengan a contemplar el firmamento sobre Michoacán, recordando que, a pesar del brillo urbano, las estrellas aún tienen mucho que decir.
