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Por: Javier Martínez
A dos meses de que la gobernadora del Estado de México, Delfina Gómez Álvarez rinda su primer informe de gobierno, su proyecto de trabajo deja de lado la atención de los problemas que vive a diario La Mayoría Silenciosa y marca una línea con nuevas tendencias que no son una prioridad para los mexiquenses. La luna de miel terminó para la gobernadora, la elección de junio de 2024 le dio más tiempo que de costumbre antes de que la ciudadanía y los diversos sectores de la sociedad comenzarán sus reclamos, ante la falta de acciones contundentes de gobierno para atender las necesidades.
La inseguridad, las extorsiones, la falta de obra, el abastecimiento de agua y el mantenimiento de las carreteras le estallan en la cara, se han vuelto problemas graves, de urgente atención, no solo por las molestias que causan, también por afectaciones de zonas industriales, transporte, sector comercial, restaurantero, hotelero, economía de empresas y microempresas, la población ha visto afectado su patrimonio y seguridad como no lo había estado en mucho tiempo.
Los números no mienten, la percepción de inseguridad en el Estado de México es demasiado alta para lo que presume el equipo de comunicación de la gobernadora, Delfina Gómez Álvarez; los pequeños parches a las principales carreteras de acceso a la capital mexiquense, ha resultado un paliativo a los daños de las carreteras en la zona oriente, sur y Valle de México; la falta de agua afecta comercios de toda índole y no ha buscado la manera de evitar el desánimo que genera la falta del vital líquido; las extorsiones y el cobro de piso a pequeños, mediano y grandes comercios ha generado el cierre de fuentes de empleo, además del estancamiento del cobro de impuesto en los ayuntamientos.
En respuesta los ciudadanos ya comienzan a organizarse, amagan con manifestaciones y cierre de carreteras, el sector industrial ya manifestó ante los medios de comunicación su inconformidad por el estado que guardan las carreteras, en las redes sociales cuestionan el uso del pago de tenencia y reemplacamiento en comparación con el estado de las avenidas y carreteras, otros han organizado manifestaciones ante la falta de agua.
La Maestra sigue la tendencia de sus antecesores, únicamente piensan en el ahorro de dinero, pero no ven los daños colaterales a otros sectores con sus políticas económicas, un ejemplo es la compra consolidada de útiles e insumos, las ganancias van a parar a otros estados y se olvidan de la economía estatal, porque los sectores afectados dejan de producir empleos, no generan ganancias, los municipios y el estado pierden ingresos por no cobrar impuestos, todo se vuelve una cadena que perjudica más que beneficiar.
Los problemas no son exclusivos de la administración estatal, los municipios tienen mucho que ver, han sido limitados en sus recursos económicos y su capacidad desde la presidencia de la República. Pero tampoco se ve una cruzada de la gobernadora Delfina Gómez para unirlos con la finalidad de resolver los principales problemas que aquejan a La Mayoría Silenciosa, no hay planes para mejorar la seguridad, campañas para cuidar el agua, plantar árboles, denunciar delitos o en su caso brindar cultura, civismo y convivencia para la sociedad.
En la parte política los problemas internos de su gobierno y del partido Morena se dirimen en los medios de comunicación, dejan entrever que no hay control ni disciplina en su liderazgo y la debilitan ante la opinión pública. A su anterior secretario de Seguridad, Andrés Andrade Téllez, lo debilitaron primero en los medios de comunicación hasta que lo cambiaron; ahora el titular de la Junta de Caminos, Ariel Juárez acusa a su secretario de Movilidad, Daniel Sibaja de corrupción, al acaparar el bacheo que se realiza en territorio mexiquense; esto sin olvidar las manifestaciones en contra de la titular de la secretaría de Salud que cada vez son más constantes. Mientras en su partido la disputa por la coordinación de la bancada y por ende de la Junta de Coordinación Política del Congreso local ha llegado a los medios de comunicación y los dos grupos que la pelean creen tener los suficientes méritos para conseguir su objetivo, mientras La Maestra solo es fiel espectadora.
La gobernadora está más preocupada por darse a conocer como una persona amiga de los animales, porque en el sentir ciudadano está de moda, pero el maltrato animal no es un problema en el Estado de México; los feminicidios, el maltrato familiar, las extorsiones y la violencia si lo son, hasta ahora su presencia es en eventos paupérrimos y sus mesas mañaneras para la seguridad no han tenido resultados contundentes como para considerarlas un acierto.
Se puede decir que hasta ahora el gobierno de La Maestra no tiene un rumbo definido y la comunicación ha fallado en su equipo, porque los números siguen siendo a la baja y están en rojo. Sus colaboradores tienen unos días de descanso antes de regresar a preparar lo que será el primer informe de gobierno. Hay que esperar, veremos cómo matizan los números, porque no hay resultados a la vista.