San Bartolo Tutotepec, Hidalgo.-El INAH formó una comisión de especialistas que inspeccionará el sitio arqueológico y santuario otomí de Mayonikha, en San Bartolo Tutotepec, Hidalgo, donde se denunciaron daños por motivos religiosos a estructuras arquitectónicas usadas como altares durante rituales indígenas.
El arqueólogo Osvaldo Sterpone, miembro del grupo en el que participarán autoridades del municipio, consideró que la información hasta ahora disponible apunta hacia un daño al culto que profesan los indígenas otomíes de la región, pero deberá constatarse si hubo destrucción del asentamiento prehispánico de Mayonikha, un sitio monumental también conocido como México Chiquito.
El pasado lunes, Luis Pérez Lugo, académico de la Universidad de Chapingo y secretario de territorialidad de la organización Nación Otomí, aseguró que testigos de Jehová derribaron los altares donde indígenas veneran a deidades como la tierra, el agua y el fuego, acción que admitieron. Denunció además la perforación de un basamento piramidal, cuyos responsables se desconocen. (REFORMA 27/06/2016).
“Si hubo un daño, está relacionado con la disgregación de piedras de un altar de las ceremonias que realizan allí, el desmembramiento de las ofrendas y su descontextualización, pero son daños a la fe. Deberá evaluarse si los altares corresponden o no a un monumento arqueológico. Una persona dice que hay daño: el INAH tiene que saber si lo que plantea es cierto o no; espero no encontrar desmantelamiento de edificios”, agregó el arqueólogo Sterpone.
La congregación cristiana de los testigos de Jehová rechazó la participación de sus seguidores en el ataque ocurrido en meses recientes. Se ignora con precisión cuándo ocurrió.
“Los testigos de Jehová no tuvieron nada que ver con este asunto. Nos abocamos a investigar con las congregaciones que pudieran estar cerca del lugar y llegamos a la conclusión de que la noticia es falsa y tendenciosa. Ni siquiera las autoridades locales han recibido una queja semejante. Los testigos de Jehová son respetuosos con las personas de otras religiones”, refirió Gamaliel Camarillo, representante de la congregación en México y Centroamérica en una carta enviada.
Los otomíes no denunciaron la agresión contra su culto porque era un asunto resuelto internamente, según la información recabada por Sterpone; hubo incluso un ritual de reparación. Tanto los pobladores señalados como testigos de Jehová como los fieles de Mayonikha son indígenas, observa el arqueólogo del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
“Quienes causaron el pretendido daño reconocieron que lo hicieron, mostraron arrepentimiento, dijeron que ya no se iba a meter con esas cosas. Hubo una conciliación. El bienestar para ellos es que el ceremonial se respete, que las ofrendas estén allí, que la relación con la naturaleza esté bien”, concluyó.
Por Daniel Martínez Martínez