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- El debate y las mesas de diálogo más que obligar el uso del lenguaje incluyente, son una alternativa para generar reflexió para visibilizar realidades y evitar la discriminación.
El uso del lenguaje incluyente es una de las herramientas que posibilita la visibilización de comunidades minoritarias, sin importar su identificación u orientación sexual, de género y origen, además de ser una estrategia para combatir la discriminación, coincidieron las especialistas Paulina Chavira y Maitén Vargas, durante la mesa de diálogo “Lenguaje incluyente y no sexista”, que se ofreció virtualmente a través de Facebook de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM).
Durante este ejercicio organizado por la Coordinación Institucional de Equidad de Género (CIEG), las ponentes indicaron que el lenguaje se transforma constantemente.
Maitén Vargas señaló que palabras como “la comunidad, el estudiantado, el profesorado, la coordinación o el pueblo mexicano” son ejemplos del lenguaje conocido como no binario indirecto, que permite albergar los diferentes géneros de una comunidad y evitar la discriminación.
Ambas ponentes coincidieron que debate y las mesas de diálogo, más que obligar el uso del lenguaje incluyente, son una alternativa para generar reflexión sobre la importancia que tiene éste y sus alcances para visibilizar realidades y evitar la discriminación.
Paulina Chavira y Maitén Vargas reconocieron que los esfuerzos para generar manuales de estilo institucionales posibilitan transitar de manera más rápida hacia el uso del lenguaje incluyente.