#OpiniónYAnálisis por #JavierMartínez
Javier Martínez
La debacle de Morena lleva pasos acelerados, los escándalos no han cesado, la corrupción es una vitrina permanente de casos para la opinión pública; la violencia sigue imparable, la evasión del anterior gobierno de Andrés Manuel López Obrador para perseguir a los delincuentes le estalla en la cara hoy a la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, el caso del presidente municipal de Uruapan, Carlos Manzo ha enardecido a la opinión pública; la negativa del gobierno federal para reconocer la quiebra del sistema de salud se estrella con la realidad y quieren limitar al opositor más poderoso que tienen en el país.
La elección del 2027 en estos momentos peligra más de la cuenta, por ello, tienen la intención de adelantar la revocación de mandato de la presidenta, eso les dará el pretexto necesario para que la presidenta, los gobernadores, los presidentes municipales, los diputados federales y locales hablen de los pro y contras de darle el voto de confianza a Sheinbaum.
A la par se habla de una gira de 8 meses del líder moral, Andrés Manuel López Obrador con el pretexto de presentar un libro; la lectura política, indica que el expresidente, ve el delicado momento que vive el partido de su creación, pero a la par, su aparición puede debilitar más el liderazgo partidista que Sheinbaum no ha logrado consolidar.
La aparición de López Obrador en la escena política después de jurar y perjurar que se iba a La Chingada, en Palenque, rancho de su propiedad, después de terminar su gobierno, habla del proceso de desprestigio acelerado que lleva Morena, a tan solo un año de haber dejado el poder. Al partido guinda le urge recuperar terreno de cara a la elección del 2027, la animadversión crece a pasos acelerados y la fanaticada guinda, que en otro momento creía en “El Mesías” a ojos cerrados, hoy está despertando.
Los militantes de Morena tienen claro que la presidenta, por sí sola, es difícil que tenga el carisma y el liderazgo para apabullar a sus opositores en las urnas. Hasta el momento no ha logrado conectar con La Mayoría Silenciosa, ahora tiene que enfrentar el dilema, dejar que su mentor venga a arreglar las cosas o pedirle que guarde la distancia por respeto al cargo que representa; y así por fin, terminar de sentarse en la silla presidencial, haciendo un gobierno a su modo con las personas que elija y dejar de cargar la losa pesada de los militantes que han sido expuestos ante la opinión pública.
Tanto la aparición de López Obrador como buscar meter a Sheinbaum en la boleta son vistas como un pretexto para avivar las huestes morenistas y equilibrar la negativa opinión que causó el asesinato del presidente municipal de Uruapan, y las demás acciones mencionadas renglones arriba.
Sin embargo, esto se puede convertir en una navaja de doble filo, porque con toda la información que ha salido acerca del anterior gobierno, el rechazo al líder moral se puede manifestar en sus eventos, los reclamos serán evidentes. Por otra parte, si Claudia Sheinbaum decide enfrentar a la oposición en las urnas sola, pondrá en evidencia su falta de liderazgo en Morena. Por lo tanto, existe la posibilidad de detonar un efecto negativo.
A todo ello hay que sumarle los movimientos que se han puesto en acción, La Marcha de la Bata Blanca para exhibir las deficiencias en el sector salud, el Movimiento del Sombrero a raíz del asesinato de Carlos Manzo y la Generación Z, de la capacidad que tengan estos movimientos para crecer dependerá el equilibrio de poder que se tenga después de la próxima elección.
A todas estas acciones y movimientos, Morena ha respondido de manera oportuna, desestimando, atacando o limitando el actuar, pero el movimiento más importante que ha realizado el partido guinda tiene que ver con la limitación que pretende hacer al clero, evitando que los ministros de cultos religiosos expandan mensajes en las redes sociales, los quieren limitar sabiendo que son los únicos que tienen mayor credibilidad que su líder moral.
Delfina Gómez queda bien con Sheinbaum y apalea a los ciudadanos
Después de los tocamientos que sufrió la presidenta, Claudia Sheinbaum Pardo, la gobernadora del Estado de México, Delfina Gómez Álvarez propuso al Congreso mexiquense castigar con más severidad el acoso a las mujeres, los legisladores aprobaron de 6 a 12 años de castigo, la máxima pena se equipara con la de un asesinato en algunos casos, algo desproporcionado e irreal tomando en cuenta que quitar la vida de una persona es algo grave; sin embargo, con tal de quedar bien con la presidenta, La Maestra, olvido esos pequeños detalles.
Sin duda, hoy en día es más importante quedar bien con los líderes y cobrar impuestos para las arcas que hacer un buen trabajo, tan es así, que Delfina Gómez revivió las fotomultas que tanto odiaron en su momento los mexiquenses, pero solo a los gobiernos de Morena se les puede ocurrir revivir una acción priista para recaudar más dinero, la cual se suma a la verificación obligatoria, mientras las calles y avenidas son un asco en todo el Estado de México. Bien harían en hacer más eficientes los recursos que tienen o acabar con la corrupción que prometieron, porque ahí hay una fuga importante de dinero. El poder de servir se ha vuelto en el poder de cobrar, total La Mayoría Silenciosa aguanta, ya hasta se les olvido el aumento al transporte público.
