Laura Sánchez Granados
Uno de los sobrevivientes a los ataques que se registraron contra estudiantes de Ayotzinapa la madrugada del 26 de septiembre, aún con cicatrices y operaciones que continuará recibiendo en la cara, habló sobre su terrible experiencia.
Edgar Andrés Vargas asistió a la clausura de cursos en donde le entregaron su constancia de estudios como licenciado en la enseñanza de educación primaria en la escuela Isidro Burgos en Ayotzinapa, sin la presencia de autoridades de educación ni padrino de generación se celebro el evento.
Los estudiantes decidieron que la generación de estudiantes 2012-2016 llevó su nombre como un reconocimiento a él y a sus 43 compañeros desaparecidos en el 2014 en Iguala.
Dijo que durante dos años de la violencia contra ellos en Iguala se ha sometido a cuatro cirugías en la boca, esta parte de su cuerpo quedo prácticamente destruida después que recibió un balazo en la agresión contra normalistas.
Con la boca cubierta con un protector recordó durante su discurso la noche del 26 de septiembre, dijo que él y varios compañeros salieron de la Normal de Ayotzinapa porque se enteraron de la agresión a sus compañeros, cuando llegaron solo vieron casquillos de bala y sangre en el piso.
Se realizaría una conferencia de prensa con medios de comunicación, los lideres empezaron a denunciar la agresión contra sus compañeros y fue en ese momento cuando escucharon balazos y el recibió uno en la cara, dijo que lo único que pensó era salir de esa zona, no le dolía nada pero tenía mucha sangre en el cuerpo y en la cara.
Logro resguardarse atrás de un camión ayudado por sus compañeros lo llevaron a la clínica Cristina pero ahí no le quisieron dar atención médica a pesar de que lo vieron totalmente cubierto de sangre, después de rogarle a un taxista lo convenció de llevarlo al hospital general de Iguala en donde fue internado y le dieron los primeros auxilios durante varios días.
Cuando despertó vio a sus padres y les pregunto por sus compañeros ahí le informaron que las noticias decía que más de cuarenta no aparecían, a él se le hizo raro porque en otras ocasiones cuando había problemas los llevaban a la procuraduría y después los dejaban ir. Este año la Normal de Ayotzinapa solo recibió la mitad de solicitudes para ingresar a clases.
