Líderes de América Latina y Asia han instado a un cese al fuego inmediato, buscando frenar la escalada armamentista
Atenea Rojas
Luego de que líderes de naciones envueltas en la OTAN le dieran luz verde a Ucrania para que emplearan misiles de largo alcance contra Rusia, el país europeo les tomó la palabra e incluyó en su armada proyectiles ingleses y estadounidenses para contratacar durante esta semana.
Estas acciones fueron reprobadas por la nación gobernada por Vladirmir Putín, quien no dudó en responder por primera vez en su historia, con un misil balístico intercontinental contra una ciudad del centro-este de Ucrania. Además de este artefacto bélico, fueron lanzados otros ocho misiles, de los cuales, seis de ellos fueron derribados por el ejército ucraniano.
Sin embargo, los restantes dejaron un saldo de dos heridos y causó daños en un centro industrial y un centro de rehabilitación para personas con discapacidad.
En tanto, el presidente ruso aseguró que el conflicto en Ucrania “adquirió elementos de carácter global” tras el uso de armas suministradas por Estados Unidos y Reino Unido a Kiev, por lo que argumentó que “tiene derecho” a atacar a los Estados cuyas armas son utilizadas para atacar su territorio.
Mientras tanto, líderes de América Latina y Asia han instado a un cese al fuego inmediato, buscando frenar la escalada armamentista en una región que amenaza con desestabilizar la paz global, en un conflicto que ya lleva casi tres años sin una aparente resolución.